Esto no da más de sí
Se impone rebajar la tensión política para afrontar una reestructuración en profundidad de la administración pública, porque 'gozamos' de un entramado de órganos insostenible
Con las ilusiones despertadas por el anuncio de las vacunas cuando menos atenuándose mucho, porque las mutaciones del virus parece que van por delante de ... la capacidad de respuesta científica, y con el sistema sanitario sometido a una tensión que amenaza con desbordarlo, las medidas decretadas por la Junta de Castilla y León, así como las que antes o después dictará el gobierno de la nación, son tan duras e ingratas como inevitables.
Y por más que nos pesen, solo cabe respetarlas, asumiendo que nos encontramos en una encrucijada que a los ciudadanos nos exige renuncias y a los gobernantes la búsqueda de alternativas a las falsas soluciones. Como esa, tan peligrosa, de la emisión desbocada de deuda pública, que este año alcanzará la cifra de nuevo récord de casi trescientos mil millones, de los cuales cerca de doscientos mil serán consumidos en el pago de vencimientos, enormidad aplastante que en el futuro está condenada a crecer, ya que la política de contención de los intereses del BC no será eterna.
Así las cosas, se impone rebajar la tensión política para afrontar una reestructuración en profundidad de la administración pública, porque «gozamos» de un entramado de órganos que resulta insostenible y, aunque cueste aceptarlo, esto ya no da más de sí. De ahí la vigencia de avisos como este de Dickens: «ingreso anual, veinte libras, gasto anual diecinueve y poco más; resultado, la felicidad. Ingresos anuales, veinte libras, gasto anual por encima de veinte; resultado, el desastre». Hemos llegado ahí.
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