El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz durante el tradicional acto de apertura del año judicial. Efe
Editorial

El bien común de la Fiscalía General

Sigue correspondiendo a García Ortiz la responsabilidad principal de salvaguardar al Ministerio Público en lo posible ante semejante desdoro

El Norte

Valladolid

Domingo, 14 de septiembre 2025, 08:18

La apertura del inédito juicio oral al fiscal general del Estado, acusado de romper su deber de reserva con la presunta filtración de datos confidenciales de un justiciable que es, a la sazón, el novio de Isabel Díaz Ayuso, ha situado a una de las instituciones más relevantes del país ante una coyuntura imposible de manejar sin que la misma se vea seriamente erosionada. A Álvaro García Ortiz le asiste, como no puede ser de otra forma, el legítimo derecho a defenderse y reivindicar la presunción de inocencia. Pero esta prerrogativa, común a cualquier ciudadano, no puede sustraerse al hecho de que García Ortiz es, además de un particular, el máximo responsable de los acusadores públicos del país. Y que está obligado, por tanto, a velar por la entereza de la Fiscalía porque el cargo se debe al bien común de la institución y no al revés. Por ello y pese a su negativa a apartarse de su puesto –una cerrazón avalada interesada e irresponsablemente por el Gobierno que lo nombró–, sigue correspondiendo a García Ortiz la responsabilidad principal de salvaguardar al Ministerio Público en lo posible ante semejante desdoro. Y cabe confiar, también, en que el juicio previsto para noviembre se resuelva con todas las garantías pero a la mayor brevedad.

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