Pero, ¿qué comemos?
Dados rodando ·
De todos los alimentos que he repasado solo he encontrado unanimidad en el brócoli, verdura magnífica que nadie osa criticar, pero alimentarse de ella toda la vida puede hacerse un poco cuesta arribaSi es usted de los que se levantan directos hacia la cafetera para aferrarse al líquido espeso y negro que le da la vida, estará ... cometiendo un delito de lesa salud, según algunos expertos, por aquello de la cafeína, la tensión y la irritación del estómago. Sin embargo, si escucha a otros especialistas, le dirán que un consumo moderado de café (una o dos tazas al día) es un excelente antioxidante que protege contra algunas enfermedades. Con esa duda, se fijará en la leche que vierte en su taza matutina y no sabrá si hacerlo es un error siendo adulto, como afirman algunos nutricionistas, o, por el contrario, un elemento imprescindible para la alimentación humana por sus propiedades altamente saludables.
Si se decide por los huevos, no le digo nada. Colesterol en vena o proteínas de alta calidad. Todo, según quien a quien pregunte. La fruta es excelente como fuente de vitaminas y antioxidantes, pero hay quien asegura que contiene un exceso de azúcar en forma de fructosa que podría no ser beneficiosa para todo el mundo. Eso, además de los pesticidas y herbicidas con los que ha estado en contacto. Las verduras son magníficas, pero no sabemos la calidad del agua con la que fueron regadas ni los productos fitosanitarios que contienen y exigen un adecuado proceso de lavado.
Nos vamos a la carne, y aquí veganos y vegetarianos de toda laya pondrán el grito en el cielo, esgrimiendo sus razones, y, junto a ellas, los efectos en el cambio climático. Claro, que hay dietistas que nos dicen que no podemos ni debemos prescindir del las proteínas y aminoácidos que aportan los filetes, chuletas y solomillos. ¿Y el pescado?, pues algo similar: una fuente magnifica de proteínas y grasas saludables o un producto alimenticio con el que hay que tener cuidado por el estado contaminado de las aguas en determinados lugares y el alto contenido de mercurio que contienen determinadas piezas grandes.
Con los azúcares parece haber consenso en que no se puede abusar. Y con el alcohol, también. Una cerveza ocasional o una copa de vino pueden ser cardiosaludables, para algunos reconocidos expertos médicos internacionales, o un veneno destructor de neuronas para algunos otros, igual de respetables, que abominan de cualquier cantidad de alcoholatos en nuestro organismo.
Así las cosas, la verdad es que uno ya no sabe a qué carta quedarse. Lo de los productos bio, ecológicos y sostenibles, está muy bien, sin duda, pero son tan caros que hay mucha gente que no se los puede permitir. De modo y manera que nos asalta, inevitablemente, la duda cuando queremos alimentarnos bien y nos encontramos con una pléyade de opiniones tan dispares procedentes de centros y especialistas reconocidos. De todos los alimentos que he repasado solo he encontrado unanimidad en el brócoli, verdura magnífica que nadie osa criticar. Ocurre, empero, que alimentarse de brócoli toda la vida, a pesar de ser muy saludable, puede hacerse un poco cuesta arriba, y también que los humanos necesitamos una variedad de alimentos que hagan apetecible nuestra dieta y contribuyan, en su conjunto, a nuestra salud y bienestar. Al final, uno recurre a aquel viejo y sabio consejo de Paracelso cargado de razón: «El veneno está en la dosis». ¿A ver quién lo refuta…?
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