Segunda noche consecutiva para los desalojados en La Bañeza: «Va a ser tanto o peor»
El dispositivo de emergencia de La Bañeza acoge a vecinos de varias localidades desalojadas y cuenta con el apoyo de Cruz Roja, Protección Civil y voluntarios
Diego Nicolás Alonso
Martes, 12 de agosto 2025, 20:55
Segunda noche fuera de casa, segunda noche de terror, temor y esperanza en que pronto pase y puedan volver a sus vivienda. La Bañeza vive desde el lunes, 11 de agosto, una situación de emergencia provocada por el incendio que ha obligado a desalojar varias localidades de la Valdería y municipios cercanos. Durante la noche, el dispositivo de emergencia en La Bañeza atendió a 659 personas evacuadas, en su mayoría procedentes de Pinilla de la Valdería, San Esteban de Nogales y Castrocalbón, reubicadas principalmente en el polideportivo.
Un grupo de 15 personas con discapacidad o movilidad reducida fue trasladado, junto a sus acompañantes, a un albergue adaptado, según anuncian desde Leonoticias. Al amanecer, 255 personas desayunaron en el recinto, y aunque inicialmente se prepararon 300 raciones para la comida, fue necesario ampliar de forma improvisada para que todos pudieran repetir.
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Según la concejala de Seguridad Ciudadana y responsable de Protección Civil, Elena Baílez, 170 personas pasaron la noche en el polideportivo, mientras que otras durmieron en sus coches o en viviendas particulares ofrecidas por vecinos, que además aportaron alimentos y ayuda para los voluntarios
José Antonio Silván, de la agrupación de Protección Civil de Astorga, explicó que la noche del lunes transcurrió con relativa calma, aunque con un flujo constante de vecinos que llegaban buscando refugio. «Una cosa es verlo y otra pasarlo», lamentaba, recordando que todavía hay personas que se resisten a abandonar sus casas a pesar del riesgo. Según relató, «se habilitaron más de un centenar de camas», que se ampliaron ante la llegada de nuevos evacuados, y la Guardia Civil tuvo que insistir en algunos casos para que las familias desalojaran sus viviendas. «Pensamos que esta noche ya no sería tanto, pero me da la impresión de que va a ser tanto o peor», remarcaba Silván.
«Una cosa es verlo y otra pasarlo», lamentaba, recordando que todavía hay personas que se resisten a abandonar sus casas a pesar del riesgo
José Antonio Silván
Agrupación de Protección Civil de Astorga
La concejala de deportes de La Bañeza, Laura Gallego, recordó que la alerta llegó sobre las 19:00 horas del lunes, cuando Cruz Roja advirtió de la necesidad de preparar un dispositivo para acoger a los desplazados. En apenas hora y media, el polideportivo estaba equipado con camas, aguas, refrigeradores y espacios habilitados para pasar la noche. «Estamos en fiestas, así que incluso hemos contado con la colaboración de unos chicos que tenían carpas montadas y nos han ayudado con la cena. Hemos contratado un catering para garantizar las comidas», explicó.
Capacidad para 3.000 personas desplazadas
El alcalde de La Bañeza, Javier Carrera, explicó que el lunes 11 de agosto el CEPOCI les contactó por la tarde para preguntar si el municipio podría acoger hasta 3.000 personas desplazadas por el incendio. «Por supuesto, dijimos que sí y movilizamos todos los medios municipales», afirmó. Desde ese momento, comenzaron a llegar vecinos de varias localidades, y el Ayuntamiento activó un dispositivo de atención que incluye «alojamiento, comida y apoyo psicológico», con «capacidad de ampliarse si fuera necesario».
La coordinación entre el Ayuntamiento, la Policía Local, la Guardia Civil, Cruz Roja y las agrupaciones de Protección Civil de La Bañeza, Astorga y León ha permitido ofrecer atención psicológica a través de tres especialistas desplazados por la Junta de Castilla y León. También se han puesto en marcha servicios de ludoteca y guardería para los niños más pequeños. El consistorio mantiene preparados otros pabellones para abrirlos si la situación lo requiere, lo que permitiría ampliar la capacidad de acogida.
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Entre los evacuados está Francisco Ramos Bollero, de Calzada de la Valdería, quien tuvo que abandonar su casa junto a su familia en la tarde del lunes. Los más pequeños «tuvieron que optar por alojarse en casa de unos parientes», mientras que él y su mujer durmieron en la furgoneta; aunque este martes han acudido al polideportivo para recibir información y comer. Otros, como un vecino de Pinilla de Valdería, pasaron la noche «en un hotel cercano» tras registrarse en el punto de encuentro. «Las noticias que nos llegan son confusas. Nos han dicho que la situación ha empeorado y no sabemos cuándo podremos volver», contaba con incertidumbre.
Las previsiones no son optimistas. Silván señalaba que «el viento y la intensa humareda» complicaron las tareas y que, aunque se esperaba lluvia, finalmente no ha llegado. La esperanza de todos es que para estos días la situación esté bajo control y los vecinos puedan regresar a sus hogares.