«Con unas buenas campañas de promoción y marketing recuperaremos fuelle en poco tiempo»
Dos meses después del voraz incendio de Yeres que asoló el paraje Patrimonio de la Humanidad berciano, la gerente de la Fundación La Médulas mira con optimismo a su recuperación «porque hay animación, grupos y visitas», convencida de «su valor universal excepcional» y de que «tiene mucho que ofrecer»
Licenciada en Geografía e Historia y con una ampllia experiencia profesional en el sector turístico y patrimonial Marian Revuelta afronta uno de los momentos más duros desde su desembarco hace tres años como gerente de la Fundación Las Médulas, tal y como cuenta a Elbierzonoticias. Conciliar sinergias entre todos los agentes ha marcado su hoja de ruta desde el comienzo. Un objetivo que refrenda ahora con optimismo y con todos sus esfuerzos centrados en revitalizar el paraje berciano Patrimonio de la Humanidad afectado por el voraz incendio de Yeres que calcinó en agosto 2.132,02 hectáreas, el 69% del Bien de Interés Cultural.
Conoce Las Médulas como la palma de su mano, ¿qué siente al contemplar este paisaje?
Inicialmente mucha tristeza, es un shock ver en inicio la desvastación del fuego, que un espacio con este valor cultural y natural haya sufrido con esta situación. Pasados ya los días y viendo las expectativas que hay de recuperación con más optimismo y mirando hacia el futuro ya enfocados en lo que es la recuperación del espacio.
¿Cómo se sobrelleva que el paraje berciano Patrimonio de la Humanidad haya sido pasto de las llamas?
Desde la responsabilidad en la recuperación, por supuesto, y con todo el empeño y la fuerza en ella, entendiendo que el fuego al final es algo que ha estado vinculado con la tierra y con el hombre desde el inicio, no de la tierra pero casi, y que estos fuegos no van a ser ni los primeros, ni desgraciadamente los últimos. Se tendrán que mejorar las condiciones de prevención pero con este tipo de incendios que hablan de sexta generación es como muy complicado el intentar evitar o restringir el fuego en estas zonas. Habrá que tomar muchas medias y en inicio la restauración.
¿De qué forma se afronta desde la Fundación una situación que ha supuesto una verdadera amenaza para el territorio y sus gentes?
Desde el primer momento estábamos trabajando y éramos conscientes de que los planes de autoprotección son una necesidad y se estaba trabajando a través del Plan de Sostenibilidad Turístico en Destino en Carucedo en la implementación de un piloto, de un plan de autoprotección que abarcara incendios y otras catástrofes naturales derivadas del cambio climático y nos pilló antes, justo en ese proceso. Al final son medidas no baratas que muchas veces los municipios de estas características no se pueden permitir con sus presupuestos y en este caso a través de ese Plan de Sostenibilidad y de fondos europeos habíamos conseguido esos medios para ponerlo en marcha.
Tenemos que estar preparados ante este tipo de situaciones que pueden ser en un momento dado inundaciones, grandes nevadas u otro tipo de circunstancias y hay que ser resilientes ante ellas a través de protocolos de actuación. En el caso de los incendios, es la Consejería de Medio Ambiente a nivel territorial la responsable tanto de la parte de prevención como de la parte de extinción y de medidas. De manera conjunta en el seno de la Fundación estamos trabajando con otras entidades asesoras en un primera fase, una vez que se desactivó la alarma de riesgo en poder analizar cuál ha sido el efecto real del incendio a nivel medioambiental y cultural. Se están haciendo trabajos muy serios con la colaboración del CSIC, de grupos de investigadores y de otros medios propios en materia de arqueología para que estas medias sean las más adecuadas para la recuperación.
¿Cuáles son los planes de recuperación en los que se está trabajando y en qué punto se encuentran?
Lo primero que hicimos desde la Fundación fue solicitar la activación del grupo de asesoramiento en desastre y emergencias del CSIC que puso a nuestra disposición todo su repertorio de posibilidades a través de diferentes grupos de investigación. Han estado diferentes centros del CSIC, de biodiversidad, forestal, el IGME de riesgos de movimientos geológicos del terreno. Estamos recibiendo los informes preliminares y en ese interim han ido ya saliendo medidas de urgencia, por ejemplo 80 hectáreas de las 3.100 que están protegidas como parte del Bien de Interés Cultural tenían como una afección muy grave del suelo, es la parte que hay detrás del Mirador de Orellán. Ahí ya se están empezando a aplicar medidas de acolchamiento del suelo, que se conoce como mulching, con paja, para evitar que con las primeras lluvias ese suelo acabe erosionándose de forma mucho mayor y termine por erosionar en mayor medida el suelo, que haría mucho más complicada la recuperación vegetal del terreno. Esta es una medida ya prioritaria que se está llevando a cabo.
A través de las diferentes direcciones generales o consejerías de la Junta, la restauración de infraestructuras como el Mirador de Orellán, se está trabajando en las viviendas que han sido afectadas por el incendio, siete en los tres municipios. Estamos colaborando también a través del CSIC con la Mesa del Castaño para ver la metodología que se va a emplear en la recuperación o asesoría de los castaño, revisando también los riesgos geológicos que pueden devenir de esta situación y que nos va a llevar a tener que observar durante este otoño, con las primeras lluvias, cómo se están comportando los macizos o los frentes de explotación, entonces en prevención a eso se han cortado algunas sendas para evitar riesgos.
Una parte del Mirador de Orellán lleva tres semanas abierto de nuevo a las visitas, ¿cómo está siendo la respuesta?
Sorprendentemente ni durante las semanas de riesgo de incendios dejó de venir gente, por supuesto bajaron muchísimo las reservas, se han resentido sobre todos los alojamientos. Sí se está viendo como más turismo de día, de grupos. Había visitas programadas que las hemos recuperado, porque por seguridad aproximadamente hasta la tercera semana de septiembre ni el Consejo Comarcal ni la Fundación retomamos el programa de visitas que tenemos establecido. Y ya una vez que lo hemos normalizado se va poco a poco animando y con ello también la gente se interesa por la situación. Mejorarán las reservas en general tanto de alojamiento como del resto de servicios. Nos va a costar un poco pero es verdad que esta memoria colectiva normalmente es muy cortoplacista, que en este caso sí nos ayuda, y con unas buenas campañas de promoción y de marketing, para lo que también se nos va a ayudar desde la Junta de Castilla y León, recuperaremos fuelle en poco tiempo.
«Desde el primer momento estábamos trabajando y éramos conscientes de que los planes de autoprotección son una necesidad»
Aparte del daño mediombiental, ¿hay algún cálculo por parte de la Fundación en números en qué se ha podido traducir esto para el turismo?
Los primeros meses han sido de bajón total porque por riesgo es que no se podía ni casi acceder, había incluso carreteras cortadas. Tenemos que tener presente que no solamente fue en el caso del incendio de Yeres y de Las Médulas, teníamos otro incendio muy potente en la otra vertiente, en La Cabrera, más otros incendios que había en El Bierzo, en la provincia, entonces al final sí se ha producido durante un mes un parón bastante importante de todo lo que es la actividad hasta la tercera semana, aproximadamente, de septiembre y costará. Ahora vamos de cara al invierno que siempre es la temporada baja. Podremos aprovechar un poco estos meses de otoño. Hay animación, hay grupos, hay visitas e iremos recuperando un poquito.
¿Qué busca hoy el visitante que llega a Las Médulas, ha cambiado con respecto a lo que buscaba antes del fuego? Los hosteleros incluso decían que no querían ese turismo de tragedia...
Al final la gente a veces puede venir por morbo pero creo que es el menor número de personas las que puede acercarse por ese motivo al territorio, a interesarse por El Bierzo. Es un patrimonio mundial que sigue teniendo mucho que ofrecer. No olvidemos que la imagen característica, el paisaje de frentes de explotación y de la zona de Valiñas, la que se ofrece desde el Mirador de Orellán está prácticamente intacta y se sigue complementando con una muy buena oferta en la comarca tanto cultural, gastronómica como enológica, que es lo que tenemos que saber un poco combinar.
¿Qué pasos se están dando desde la Fundación para revitalizar las visitas al paraje?
Desde la tercera semana de septiembre comenzamos con las ventas y a través de redes sociales y de contacto con touroperadores se está potenciando que se vuelvan a revitalizar. Participaremos en la próxima edición de la feria AR-PA Turismo Cultural que tendrá lugar en Valladolid del día 13 al 16 y estaremos presente en diferentes circuitos. Estamos empezando a activar otros proyectos que teníamos como 'Huellas de Roma' que promovemos desdes la Fundación y que es una red patrimonial que pretende involucrar a 18 sitios romanos de Castilla y León y que también ayudará a promover sinergias, productos un poco premium, experiencias, que estábamos justo en esa fase y que hemos interrumpido en este periodo. Ahora el objetivo es restaurar el espacio a nivel medioambiental, a nivel cultural, colaborar con la Junta de Castilla y León y con otras instituciones en la recuperación de espacios, de infraestructuras, en dotación de temas virtuales. Estamos siguiendo con el Plan de Sostenibilidad Turística en Destino de Carucedo que implica varias medias que iban alineadas con nuestro plan estratégico y que ayudará a hacer mucho más atractivo también el espacio, con más recursos y porfolio de producto.
«Es un patrimonio mundial que sigue teniendo mucho que ofrecer»
Habla de establecer sinergias, ¿qué papel juegan en este aspecto los vecinos y hosteleros de la zona a la hora de reactivar el turismo?
Tenemos que ir todos de la mano, conjugar estrategias y, de alguna forma, mirar hacia el futuro y pensar que la imagen que estamos proyectando al exterior parte en principio de nosotros. Dar una imagen de positividad y de futuro creo que es un primer paso importante. También creer que ese turismo de una forma sostenible y racional ayuda a revitalizar la economía de los pueblos, permitirá tener un comercio más atractivo, del que también se puedan beneficiar ellos, y tener un retorno de toda esa actividad para mejorar sus infraestructuras y sus servicios
¿Y los ayuntamientos?
Son los entes dinamizadores de toda esa actividad y los interlocutores a la hora de coordinarse con otras administraciones.
Hay Médulas más allá del incendio, ¿comienzan a verse los brotes verdes?
Esto ha sido un impas muy triste, muy desafortunado, pero no creo que Las Médulas vayan a cambiar ni su esencia, ni su proyección por este momento.
¿Cuál es el mensaje que le gustaría lanzar para que las antiguas minas de oro romanas sigan siendo el principal baluarte del turismo en El Bierzo, como lo han sido hasta ahora?
Centrarnos en su valor patrimonial, cultural, natural, que ahora está pasando un momento transitorio no tan halagüeño, y centrarnos en que son un sitio patrimonio mundial que mantiene todo su valor universal excepcional y que tiene mucho que ofrecer.