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Imagen del mirador de Orellán devorado por las llamas. Nerea Fernández
El Bierzo

Los vecinos de Las Médulas, entre la impotencia y la desolación: «Esto es terrible»

Una vecina recuerda el momento en el que tuvieron que evacuar el pueblo porque el fuego amenazaba sus vidas

Carmen Ramos

Ponferrada

Miércoles, 13 de agosto 2025, 16:49

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«Fina, Fina, que arde el pueblo, que arde el pueblo». Fue la llamada de socorro que le lanzó desesperada una vecina a Serafina, Fina, Gómez, la propietaria del restaurante Agoga de Las Médulas, alarmada y con el miedo en el cuerpo tras comprobar como las lenguas de fuego procedentes del incendio que se originó el sábado, 9 de agosto, en Yeres (Puente de Domingo Flórez) campaban a sus anchas por el pueblo.

«Salí corriendo, estaba comiendo en el restaurante, eran las cuatro y media, más o menos, y cuando iba a arrancar llegó la Guardia Civil y me agarró por un brazo diciéndome que nos marcháramos, mi marido marchó pero volvió aquí quedó intentando de alguna forma salvar nuestro negocio y el pueblo», relata Fina. «Está convencida de que si entonces «no hubieran estado cuatro o cinco personas del pueblo hubiera sido arrasado totalmente», según informa Elbierzonoticias.

Recuerda que en el momento de ser evacuados se dirigió hacia la casa de su hermana y de su madre, con alzheimer y dificultades de movilidad. «La cargamos en el coche y salimos, se me partía el alma, dejaba atrás mi vida, y viendo a los vecinos correr todos hacia abajo, muy triste, muy triste», relata.

«Se me parte el alma»

No entiende como «un fuego que han podido controlar, que empezó en Las Médulas que pase a Orellán, a Carucedo, a todos los lados, es triste, y que salga encima de un patrimonio mundial cuando no tenía que haber salido nunca de aquí».

A la propietaria del restaurante Agoga se le «parte el alma» y se siente impotente ante esta situación, además, «escuchando hablar al señor Quiñones que mientras él estaba comiendo en Asturias mi marido estaba llorando viendo como los castaños eran devorados por el fuego y como los picos al lado, eso ahora lo tratas de asimilar y es muy complicado, muy complicado».

Los vecinos de Las Médulas han regresado a sus casas este martes, 12 de agosto, entre la impotencia y la desolación de ver el paisaje casi lunar que ha dejado a su paso un incendio originado en Yeres que ha devastado sus castaños centenarios, además, de seis viviendas sin, afortunadamente, provocar daños personales.

Todavía en la madrugada de este miércoles se afanaban en sofocar las llamas nacidas de los rescoldos del gran incendio que ha dejado la localidad convertida en poco menos que pueblo fantasma y que de nuevo amenazaban con no dejar ni rastro de lo poco que quedaba del 'Castaño del Rey' bajo el que posaron los reyes eméritos Don Juan Carlos y Doña Sofía en su visita al Bierzo en el año 1999.

«Eran las dos de la mañana y la mayoría de los vecinos allí estábamos en el 'Castaño del Rey' que ha quedado casi calcinado, gracias a Dios hemos podido salvar otro dos y lo poco que quedaba de Las Valiñas, castaños de gente del pueblo, porque era lo que intentábamos, que no bajara para abajo, por lo menos los pocos castaños que quedan intentar salvarlos», explica Fina Gómez.

«Solos y abandonados»

Los habitantes de Las Médulas se sienten «solos y abandonados». «Sabemos la problemática que hay en toda España de incendios, esto es horrible, horrible, nos sentimos abandonados porque es un Patrimonio de la Humanidad al cual todo el mundo se ha peleado por él, aquí lo tienen abrasado, quemado, unos por otros la casa sin barrer y los vecinos sufriendo las consecuencias de todo esto, es terrible, terrible todo, porque Las Médulas son El Bierzo y El Bierzo son Las Médulas», lamenta.

De nuevo en casa se afanan en «proteger lo nuestro», lo poco que les queda tras el paso de las llamaradas de fuego. Rodeados de un paisaje teñido de negro, otrora verde, intentan reencontrarse en la calle «por lo menos para abrazarnos, para consolarnos», dice Fina, que agradece especialmente el trabajo «de toda la gente que ha venido a ayudarnos, la UME, todos», aunque de su cabeza no puede quitarse el pensamiento de que este incendio «ha sido un descuido». «La gente nos está diciendo que vieron el fuego del otro lado, desde San Pedro de Trones, que es el pueblo de mi marido, que fue una negligencia, que se había podido atajar con la gorra».

«No queremos turismo de tragedias»

Rodeados todavía por el fuego que ataca a otras localidades cercanas, los habitantes de Las Médulas quieren recuperar al menos en la medida de lo posible la tranquilidad que ha roto este voraz incendio. Entre ellos los hosteleros del pequeño pueblo que alberga seis restaurantes y siete casas rurales en las que estos días se suceden las anulaciones de reservas. «Hay gente que me ha llamado desde Italia para anular y que lo siente mucho», señala la propietaria del Agoga.

Reunidos los hosteleros en la mañana de este miércoles, 13 de agosto, han decidido que «no queremos turismo de tragedias», por lo que esta semana permanecerán cerrados «por respeto al pueblo y a la gente mayor». Todo ello en un semana marcada en rojo para el sector en el paraje berciano Patrimonio de la Humanidad en puertas del puente del 15 de agosto, una fecha en la que recibe la visita de unas 4.000 personas. «

Serafina Gómez es natural de la localidad y lleva 30 años al frente de un negocio que ha dado de comer a miles de visitantes al paraje berciano Patrimonio de la Humanidad. «Soy como los castaños de Las Médulas, Las Médulas son mi vida», apunta sin poder contener las lágrimas

«Está todo ardido»

Mientras, la batalla contra el fuego continúa. El alcalde de Carucedo, Alfonso Fernández, explica que en la localidad y en Las Médulas «se levantó el confinamiento y se ha rebajado el nivel de vigilancia al tener que concentrarse en otras zonas».

El fuerte viento que se levantó por la noche, incluso en algunos momentos con remolinos, reactivó el fuego en algunos cataños que fue atajado por los propios vecinos con el apoyo de los medios del Ayuntamiento. Una situación que se ha producido concretamente junto al cementerio de Carucedo y en Las Médulas. En cualquier caso no duda en afirmar que en este momento «estamos tranquilos porque está todo ardido y sabemos que no va a avanzar más».

En el vecino municipio de Puente de Domingo Flórez todas los ojos están puestos en Pombriego y Santalavilla «porque el fuego está evolucionando hacia allí», explicó su alcalde, Julio Arias. Reconoce que están viviendo «días complicados» y no duda en mostrar toda su solidaridad con el vecino pueblo de Las Médulas. «No quiero ni pensar en los vecinos de Las Médulas, Dios mío que tragedia», concluye.

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