Putin aprovecha las tensiones con EE UU para sumar aliados en Latinoamérica
El Gobierno ruso se apoya en el descrédito creciente hacia Washington para trazar un acercamiento a países como Colombia, México, Brasil y Chile
Las palabras y decisiones de Washington no gustan en Latinoamérica. La retórica y acciones agresivas contra Venezuela despiertan temor entre los países de la región. ... Colombia es uno de los que ve con más recelo a la potencia estadounidense por haber recibido también amenazas. El país caribeño ya amagó con renunciar a su estatus de socio global de la OTAN y anunció también la suspensión del intercambio de inteligencia con EE UU. Moscú observa todo lo que sucede en el continente americano con sumo interés pues las tensiones podrían ayudarle a conseguir nuevos amigos en esta parte del mundo. Tras tener ya de su lado a Venezuela, Cuba y Nicaragua, Bogotá sería un aliado relevante para el Kremlin.
La situación no es nueva. Cuando Francia quedó muy desprestigiada en el Sahel, Moscú no se durmió y consiguió nuevas amistades en África con países como Malí y Burkina Faso. Aunque por ahora no se ha concretado nada, medios rusos como el diario 'Izvestia' ya señalan que podría haber un acercamiento con Bogotá. La inclusión de Colombia en el grupo de países hostiles a Estados Unidos, junto con Nicaragua, Venezuela y Nicaragua por la cadena CNN es un síntoma de que la relación cercana entre Washington y el país caribeño está debilitándose. Un síntoma que lo evidencia fue la amenaza lanzada a principios de noviembre por el presidente Gustavo Petro, a raíz del enfado de Washington por no comprar aviones de combate norteamericanos. Aunque el Gobierno del líder izquierdista barajaba adquirir aeronaves suecas, éste amagó con hacerse finalmente con aparatos rusos.
El Kremlin sigue con interés esta ruptura ya que en 2026 Bogotá se incorporará al Consejo de Seguridad de la ONU de forma temporal por dos años. Esta inclusión podría reforzar la posición de Moscú, que ya cuenta con socios como China, Argelia y Mozambique. Además una de las peticiones habituales de Vladímir Putin es que otros países afines como Brasil e India pasen a ser miembros permanentes del máximo órgano decisor de Naciones Unidas, un club del que ya forman parte Pekín y la propia Rusia.
Tanto India como Brasil han tenido sus más y sus menos con la Casa Blanca. El primero, al recibir presiones y críticas para que deje de comprar hidrocarburos rusos. El segundo, por hablar de una divisa alternativa al dólar para los países BRICS (Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica y algunos aliados más). El Gobierno de Lula da Silva ha criticado igualmente la presunta intervención de Washington en su política interna, concretamente, en el juicio al expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro, que goza de buenas relaciones con Trump.
México con el tema de la migración tiene un problema con su vecino del norte. Ello, y la insuficiente contribución del país a la lucha contra el narcotráfico, son los principales temas que tensan sus relaciones. El magnate neoyorquino convirtió el muro que quería construir en la frontera con el país azteca en una parte vital de su campaña electoral. Esta idea nunca gustó al vecino del sur porque además Trump pretendía hacerles pagar dicha construcción.
Estados críticos
La CNN resume que entre los países afines a la Casa Blanca están Argentina, Guatemala, Costa Rica, Panamá, Paraguay, El Salvador y Ecuador. No obstante, apunta que algunos de los actores más relevantes del continente son Estados críticos, un caladero nada despreciable donde Rusia puede encontrar más socios interesantes para aumentar su influencia en la zona. Se trata de México, Brasil, Uruguay y Chile. Estos dos últimos no han tenido choques con Trump pero tienen líderes ideológicamente opuestos a él.
Bolivia, antaño muy cercano al Kremlin durante el mandato de Evo Morales, está ahora alineado con Estados Unidos. El único que está en duda es Perú, que tras el cambio de Ejecutivo no se sabe qué rumbo adoptará respecto a su política internacional. El país andino atraviesa una etapa de inestabilidad política y su principal preocupación es acabar con ella.
En Latinoamérica el grupo mediático estatal RT (antigua Russia Today) ha decidido mover ficha y atraer a parte de la población hacia postulados prorrusos. Sus constantes críticas a EE UU y Occidente le han hecho ganar mucha audiencia y más relevancia que en Europa, donde su impacto es mínimo. La pérdida de influencia estadounidense en el continente americano, además de al Kremlin, interesara a nivel político y económico a otros países alineados con Putin como China e India.
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