Milei encara un «reordenamiento interno» tras su fracaso electoral
El peronismo se reactiva en Argentina después de arrollar al partido presidencial en los comicios provinciales de Buenos Aires
Miguel Pérez
Lunes, 8 de septiembre 2025
Buenos Aires le da la espalda a Javier Milei. Fuerza Patria, la alianza que agrupa a la oposición peronista a su Gobierno, ha arrollado escándalosamente ... a La Libertad Avanza, el partido del presidente, en las elecciones legislativas celebradas este domingo en la provincia bonaerense. No ha sido una cita menor con las urnas. Este distrito concentra el 40% de todo el electorado de Argentina y puede marcar el camino futuro de la gobernabilidad del país.
De hecho, el dirigente ultra se ha tomado muy en serio la advertencia de los votantes. Pese a que fue una larga noche electoral, Milei llegó este lunes a la Casa Rosada diez minutos antes de las nueve de la mañana y mantuvo una larga reunión de dos horas y media con su equipo. Lo prolongado de la sesión dio pie a numerosos rumores sobre posibles cambios ministeriales, que el propio presidente pareció alimentar. En su entorno se indicó que Milei está dispuesto a hacer un «reordenamiento interno» en su gabinete, pero sin prisa.
Tras esta reunión, fue el momento de despachar con el ministro de Economía y los asesores financieros del Gobierno. El lunes amaneció peligroso para las finanzas con la prima de riesgo disparada y una caída notable del peso y de las acciones argentinas.
El propio líder ultraderechista había convertido desde hace semanas la convocatoria bonaerense en un duelo entre las bondades de su gestión y los males de la oposición. Pero no ha llegado con el crédito suficiente. Ni de lejos. Ha perdido por una notoria diferencia de trece puntos. Milei ha reconocido esta madrugada la «clara derrota» de su formación y se ha conjurado con los suyos para revertir esta tendencia antes de la fundamental cita nacional con las urnas del próximo 26 de octubre. En esas elecciones intermedias legislativas, muy al modo del calendario electoral estadounidense, deberán elegirse 24 senadores y 127 diputados nacionales; es decir, un tercio del Senado y la mitad de la Cámara.
Los comicios celebrados en Buenos Aires renovarán, por su parte, 23 senadores, 46 diputados provinciales y un buen puñado de concejalías. Reseñado así parece un cambio relativamente modesto en la política nacional, pero no deja de ser un semáforo a futuro que ahora mismo adquiere una gran trascendencia tras la victoria de Fuerza Patria. La alianza peronista arrolló a la ultraderecha presidencial en seis de las ocho secciones electorales y en 99 municipios de los 135 convocados. Así, con casi la totalidad de los votos computados, los opositores han conseguido más del 47% de los sufragios frente al 34% de La Libertad Avanza, una escueta cosecha para los intereses de Milei, que en su discurso nocturno ha hecho la correspondiente autocrítica. «Aquellas cosas en que nos hemos equivocado, las vamos a corregir», ha prometido a sus seguidores, a quienes ha anunciado que el partido «modificará actitudes» y «procesara» los posibles «errores políticos» cometidos en estos dos últimos años de gestión. Pero incluso así, subrayó que «el rumbo» general de su gestión de hierro «no va a cambiar ni un solo milimetro», sino que se «redoblará».
La marca sigue viva
«Vamos a seguir sumando fuerzas», ha prometido por su parte el gobernador Axel Kicillof, exultante ante los resultados de Fuerza Patria. El balance de las urnas demuestra que el peronismo sigue vigente pese a las polémicas, los problemas de conectividad con las nuevas generaciones, la incapacidad de resolver la crisis económica nacional y la reclusión domiciliaria de una de sus inspiradoras, Cristina Fernández de Kirchner. Retirada de la campaña pública, la expresidenta argentina no ha podido asistir a los mítines y su prestigio permanece empañado por la sentencia de corrupción en su contra. Y, sin embargo, esta madrugada ha salido pletórica a saludar al balcón de su casa acompañada por su hijo Máximo, diputado nacional y líder de La Cámpora, una de las organizaciones que forman parte de la alianza peronista.
Máximo ha preferido celebrar la victoria con su madre en vez de acudir al hotel de La Plata, la capital de la provincia bonaerense, donde tenía lugar la fiesta oficial. El diputado mantiene una relación distante con el gobernador Kicillof y ha preferido reforzar la imagen de Cristina Fernández en estos momento de triunfo. «Nadie ha aportado tanto como Cristina para que hubiese unidad», ha dicho Máximo Kirchner. También cientos de seguidores del kirchnerismo han elegido concentrarse frente al balcón de la antigua líder, demostrando las finas diferencias existentes entre este movimiento –que algunos ya denominan «cristinismo»– y el peronismo histórico.
«Salí de la burbuja, hermano… que se está poniendo heavy», ha escrito la expresidenta en su cuenta social dirigiéndose a Milei. «Esta es una jornada histórica en la que se ha decidido ponerle un límite a un presidente que parece no comprender que tiene que gobernar para todos», ha añadido Cristina Fernández ante el entusiasmo de sus simpatizantes. La exjefa de Estado, que adelantó significativamente sus mensajes al discurso oficial de Kicillof, le deseó finalmente a Milei que obtenga «la serenidad y la sabiduría» para escuchar a todos los argentinos.
Por su parte, el líder de la alianza, que no se olvidó de ensalzar a Cristina Fernández, confió desde La Plata en que el jefe del Estado le llame de inmediato «para reunirse a trabajar y ponerse de acuerdo». «Ganamos sin estafar a nadie. Milei, el pueblo te dio una orden: no podés gobernar para los de afuera, para los que más tienen. Goberná para el pueblo», exclamó Axel Kicillof. Pese al ambiente festivo y entusiasta reinante durante su intervención postelectoral, el gobernador de Buenos Aires instó a los suyos a no tomarse la victoria «con soberbia» y reconoció que todavía quedan muchos ánimos que convencer tras la «enorme decepción a nivel nacional» sufrida con Alberto Fernández, el expresidente procesado desde el pasado mes de julio por corrupción.
«La gente no quiere más gritos». Varios gobernadores coincidieron esta madrugrada en su diagnóstico sobre la derrota de La Libertad Avanza. La formación ultra llegaba este domingo a las urnas tocada por el alto coste de la vida en el país, la desconfianza internacional en la econonomía argentina, las acusaciones de cobro de comisiones ilegales por parte de la hermana de Milei, los recortes del Gobierno y las propias maneras del mandatario ultraconservador.
«Las urnas le dijeron al presidente que no puede frenar la obra pública; que no se le puede pegar a los jubilados; que no se puede abandonar a las personas con discapacidad; que no se puede desfinanciar la salud, la educación, la universidad, la ciencia y la cultura», ennumeró en su discurso Kicillof, a quienes muchos ya ven empoderado para convertirse en el candidato electoral que se mida con Milei en los comicios generales de 2027. Milei, que había llamado hace unos días a «martillar el último clavo en el ataúd del kirchnerismo», ha descubierto ahora que la motosierra ya no la tiene él.
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