Eva González echa un capote a su cuñado y dice: «Ojalá Cayetano haga lo mismo»

Parece que la supercomentada fotografía de Fran Rivera con su hija Carmen de cinco meses en brazos, mientras toreaba una vaquilla, ha dado mucho juego en el último mes. Ahora, con la situación más calmada, su cuñada, Eva González, ha opinado ante los micrófonos de Aruscity sobre el revuelo, afirmando que le parece «una tremenda tontería». Cuando le han preguntado por las declaraciones de su marido, Cayetano Rivera, en las que aseguraba que él haría lo mismo, la presentadora de MasterChef apunta que «ojalá», y que «forma parte de lo que nosotros somos. No soy nadie para permitir o dejar de permitir» y añade: «No lo veo mal, es una tradición, una cosa muy sentimental y muy bonita, y no hay peligro. Siempre que en esta familia pasa algo se saca todo de quicio».

Todo esta polémica surgió hace unos meses después de que Fran Rivera publicara en las redes sociales una fotografía en la que aparece toreando con su hija Carmen, de 5 meses, en brazos y en la que adjuntaba el texto: «Debut de Carmen, es la 5 generación que torea en nuestra familia. Mi abuelo toreo así con mi padre. Mi padre toreo así conmigo, y yo lo he hecho con mis hijas Cayetana y, ahora, con Carmen #orgullodesangre».

Muchas fueron las críticas que recibió en las redes sociales por esta actitud, pero el torero hizo frente a ellas, respondiéndolas en Twitter para dejar claro que era una «barbaridad» pensar que ha puesto a su hija en peligro y que «más segura que en mis brazos no va a estar nunca» y añadía: «Es algo nuestro, de mi familia, de amor al toreo. No os podéis imaginar la ilusión que me ha hecho torear con mis hijas». Y, concluía diciendo: «Respetad nuestras tradiciones por favor», pedía antes de mostrar su indignación por los comentarios recibidos a través de redes sociales: «La variedad de insultos que estoy recibiendo y de deseos de muerte es impresionante. ¿Qué clase de persona desea la muerte a otra? Ojalá mis hijas el día de mañana estén la mitad de orgullosas de mí que yo lo estoy de mi padre!», concluía.