La dirección de Everest inicia el ERE y el comité de empresa plantea ir a la huelga

El Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE) que la dirección de la compañía editorial leonesa había presentado contra parte de la plantilla ya se ha hecho efectivo. Desde este viernes, unos 120 trabajadores se encuentran afectados por esta medida, aunque de forma irregular». El ERE se ha aplicado sobre «prácticamente el cien por cien» de los trabajadores de talleres, mientras que en el resto de las empresas del grupo, distribución y editorial, el porcentaje es del 30 y del 50%.

El presidente del comité de empresa, Enrique Reguero, ha asegurado este sábado en una nueva marcha de protesta por las calles de León, que el próximo miércoles los sindicatos convocarán a los trabajadores de una plantilla compuesta por 320 empleados, a una asamblea en la que se someterá a votación la convocatoria de huelgas para los empleados de distribución y editorial, donde todavía continúa la actividad.

La marcha, además de medida de rechazo al ERE, ha servido para reclamar a la dirección de Grupo Everest los pagos pendientes, que se corresponden con dos pagas extraordinarias y media de las tres del año 2014, así como con las nóminas de diciembre y enero. Los trabajadores reclaman a la compañía una «apuesta definitiva» por el futuro de la empresa. Sin embargo, este planteamiento pasa ineludiblemente por la concesión del crédito por 3,2 millones de euros que la dirección de la editorial ha trasladado ya a la Junta de Castilla y León.

En este sentido, el presidente del comité de empresa ha admitido que los trabajadores «no esperan grandes respuestas» de la administración autonómica, que ya ha puesto «una coma» a la concesión de ese crédito, a través de fondos europeos. Enrique Reguero ha pedido al consejero de Economía y Empleo de la Junta, Tomás Villanueva, «sensibilidad» porque, sin ese dinero, la empresa estaría abocada a un concurso de acreedores.

El importante crédito

El consejero manifestó hace unas fechas en León que la concesión de esas ayudas estaría supeditada a que la dirección de Grupo Everest aclarara si se va a realizar una venta o la entrada de un socio inversor para conocer cuáles son sus planteamientos con la empresa y que la cuantía del crédito no tenga como destino un fin que no sea el de otorgar liquidez a la compañía para que pueda hacer frente a la deuda con sus trabajadores.

Al respecto, Reguero ha recordado que los planes de Grupo Everest con respecto a la entrada de socios inversores sería una cuestión a plantear «dentro de dos o tres meses». En caso de que esa «ayuda de salvamento» se produzca sin entrada de socio, la empresa debería devolverlo en el plazo de seis meses. Sin embargo, si se llevara a cabo esa entrada de capital, el fondo gestionado por la Junta pasaría a ser de «reestructuración», lo que permitiría la devolución en otros términos. No obstante, para la plantilla, esos 3,2 millones de euros pasan por ser «algo muy importante».