La Media Maratón de Segovia recobra la conexión entre deporte y cultura
El Museo Zuloaga y la Iglesia de San Juan de los Caballeros acogen una presentación del evento que llevaba tres años sin celebrarse por el covid
Desde que el campus Santa Cruz la Real de IE University acogiera en 2020 la presentación de la Media Maratón de Segovia han pasado tres ... años, un abismo pandémico. Los organizadores de la prueba más exigente del atletismo local utilizan este acto para poner en valor la riqueza de la ciudad, desde aquel campus al Monasterio de El Parral, con una de las mejores vistas imaginables. Y una decena más de ejemplos. La vuelta a su presencialidad tuvo ayer como escenario el Museo Zuloaga de la Iglesia de San Juan de los Caballeros. El objetivo: «Enseñar Segovia a los propios segovianos y difundir que Segovia no es solo la prueba, sino mucho más».
La XV edición la CaixaBank Media Maratón Ciudad de Segovia empezó al compás de Rita y Fernando San Romualdo, que interpretaron el baile corrido 'Sobre la marcha'. «Quiero dar las gracias por la oportunidad de interpretar, transmitir y compartir algo que sabemos hacer «, apuntó esta maestra rural, que se despidió con un fandango del repertorio de Agapito Marazuela. «Somos patrimonio inmaterial».
Óscar Moreno y Javier Rincón organizan el evento a la par que hacen las veces de dúo cómico en sus presentaciones. Con tres años de espera, la concesión a algún que otro chascarrillo era obligada. Por ejemplo, presumir del acueducto como el arco de meta más antiguo del mundo «Y lo dejamos de un año para otro». La meta de una carrera con 21.097 metros con uno de los recorridos más exigentes de España, por sus curvas, su empedrado y sus casi 300 metros de desnivel positivo. Lo que llevó a la alcaldesa de Segovia, Clara Martín, a hablar de «condiciones de montaña en algunos tramos». La tendencia en ciudades como Valencia o Sevilla es simplificar el trazado en busca de marcas más rápidas. Segovia no tiene esa baza, así que esgrime su encanto, sus cuestas.
LOS DETALLES
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RECOGIDA DE DORSALES. Tendrá lugar desde el viernes por la tarde a la mañana del domingo en la plaza de Somorrostro.
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AVITUALLAMIENTO INCLUSIVO. Al paso por el kilómetro 10, los voluntarios de la Fundación Personas repartirán el agua.
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EL DIABLILLO. Será el diseño elegido para premiar a los corredores que terminen la prueba, de 21,097 kilómetros
Otra aspiración es que el ambiente se concentre en el centro, por eso la entrega de dorsales tendrá lugar en la plaza de Somorrostro y empezará el viernes por la tarde (de 17:00 a 20:00 horas). Seguirá el sábado en doble turno (de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 21:00) para terminar el domingo a primera hora (de 8:00 a 9:45) para una carrera que iniciará su itinerario habitual a las 10:30 horas en la plaza de Artillería. Los corredores saldrán volando hacia Vía Roma, pero el salto paracaidista no está asegurado, tanto por la meteorología como por las dificultades para conseguir el vehículo, explicaron los organizadores. El Miguelín, que premia la trayectoria de los atletas locales, será para Esther Gozalo. El sábado habrá una pequeña fiesta a los pies del Acueducto a una hora temprana. «Para que la gente se vaya pronto a descansar».
La recreación romana que amenizó el año pasado la espera entre la salida y la meta repetirá este año. También la salva de cañón, la carrera de menores y la preceptiva entrega de trofeos, en torno a las 12:30 horas. «Hay muchas actividades de animación durante la carrera. Esto lo hemos copiado de otros sitios como Francia o Estados Unidos. Animación para que el corredor se sienta arropado. Todo el mundo puede ver la carrera en tres o cuatro sitios sin desplazarse mucho».
Uno de los detalles hacia el corredor es personalizar el dorsal. «Decídselo, llamad a la gente por su nombre», pidieron los organizadores, emulando ese ambiente de las carreras vascas; esas sí, de montaña. Como la carrera pasa por 21 iglesias –una por kilómetro–, el párroco de cada una de ellas tocará la campana al paso del primer corredor. Además, el Sinodal de Aguilafuente estará en la salida. «Lo que tenemos, aprovechamos para enseñarlo». Tenemos que acordarnos de nuestra historia». La Academia de Artillería pondrá música cuando pasen los corredores por su puerta, ya saboreando la meta.
Aún quedan dorsales para una camiseta de material reciclado
. El recorrido contará con cinco avituallamientos y repartirá el agua en vasos de cartón, un gesto ecológico repetido en los últimos años. El del kilómetro 10 lo atenderán voluntarios de Fundación Personas. La camiseta de la prueba está elaborada en un 50% por material reciclado. «Creemos que aportan alicientes que otras carreras no tienen. Pero Segovia es diferente», subrayan los organizadores.
La subdelegada del Gobierno en Segovia, Lirio Martín, puso en valor la «capacidad empresarial» y la participación «muy activa» de las Fuerzas Armadas. El delegado de la Junta en Segovia, José Mazarías, destacó «el retorno económico para la ciudad y el alfoz». Y la alcaldesa de Segovia, que sonrió de pie mientras unos cuantos asistentes le cantaban el cumpleaños feliz, pidió «que nadie se lo pierda».
La medalla tendrá la imagen del diablillo «Pretendemos que todo el mundo conozca la leyenda del Acueducto». Cada paso kilométrico estará señalizado y los corredores y el pabellón Enrique Serichol pondrá las duchas. Los organizadores pusieron en valor a su ejército de voluntarios y su formación. «Hace cinco años había muchísimos voluntarios incontrolados. El año pasado salió muy bien, hasta tuvimos que cerrar la inscripción de los voluntarios. Y este año vamos por el mismo camino». Sigue abierta, como la de participantes, hasta el jueves. Si conoce a alguien con ganas de correr 21 kilómetros, avísele.
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