La llamada a Mínguez anunciándole su muerte: «Si estoy muerto, ¿para qué llamas?»
A sus 75 años, al exseleccionador nacional vallisoletano le dieron por fallecido
Javier Mínguez se lo toma con sorna, pero hace unas semanas una llamada de Pruden Indurain casi le hizo echar el desayuno. El hermano del mejor ciclista español de todos los tiempos había descolgado el teléfono para llamar al profesional vallisoletano para hacerle una pregunta, cuanto menos... extraña.
«Descolgué y me espetó... ¿Javier? Y digo sí. Y a continuación me dijo que le temblaban las piernas, que le había llamado Santi Blanco y le había dicho que yo había muerto», explica Mínguez, que bromea. «Claro, enseguida le dije que si estaba muerto, que para que me llamaba», se ríe.
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La cadena, como si de una serie de catastróficas desdichas (que por suerte se quedó en eso), comenzó con un grupo de Facebook de ciclismo, dedicado al desaperecido equipo Teka. En él, un usuario de este había visto que Javier Mínguez había fallecido, y enseguida lo posteó, con las reacciones del 'pelotón' virtual, entre ellos el salmantino Santi Blanco. El exciclista del Puerto de Béjar fue el encargado de llamar a Pruden para que este, ni corto ni perezoso, se decidiese a contactar con el muerto.
El origen del malentendido arrancó en Asturias con el fallecimiento y la esquela de Javier Mínguez, solo que este era un farmacéutico del Principado y no el exseleccionador nacional, natural del vallisoletano pueblo de Valdearcos de la Vega.
Pruden Indurain no fue el único que llamó a Mínguez, al que se le acumulaban los mensajes en su residencia en Laguna de Duero donde vive. También le llamó Vicente López Carril, que también quiso comprobar la salud del Mínguez vía celular. «Le dije lo mismo, ¡pero para que me llamáis si estoy muerto!» «Me llamaron muchos y, al descolgar, alucinaban. ¡Fue un descojono!».
