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El UEMC Real Valladolid sufre demasiado para vencer

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Carlos Espeso

El UEMC Real Valladolid sufre demasiado para vencer

Derrotó en Pisuerga al Tizona burgalés, equipo descendido a LEB Plata y que vendió muy cara su derrota

Jota De la Fuente

Arroyo de la Encomienda

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Viernes, 1 de octubre 2021

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El UEMC Real Valladolid derrotó en Pisuerga al Tizona burgalés, equipo descendido a LEB Plata y que vendió muy cara su derrota. Mucho tuvo que mejorar y remar el equipo morado tras un inicio desconcertante y alejado del nivel que se presupone a estas alturas de la preparación para lograr imponerse en su penúltima prueba de pretemporada. Era el primer partido de la Copa Castilla y León que también disputa el EasyCharger Palencia, equipo de LEB Oro, al igual que el equipo anfitrión de esta edición, el Real Valladolid. La mejoría defensiva en los tres últimos cuartos y el mayor oficio de los jugadores locales, sumado al orden y criterio impuesto desde el banquillo sirvieron para cosechar una victoria que se antojó difícil por momentos.

El primer cuarto no cumplió el guion establecido de lo que debe ser el penúltimo partido de la pretemporada a una semana tan solo del inicio de la competición oficial, cuando visite Pisuerga el próximo viernes Granada. Los de Roberto González se vieron superados por el ataque burgalés. No hubo signos de lo que debe ser la defensa vallisoletana esta temporada si quieren optar a los puestos de cabeza de la clasificación.

UEMC Real Valladolid

Wintering (14), Geks (4), Berg (11), Kuiper (7), y Raffington (6) -5 inicial- Pantzar (3), de la Fuente (6), Puidet (10), Mayorga, Pippen (16), García-Abril (1), y Revilla

78

-

72

Tizona Burgos

García (6), Martínez (8), Bortolussi (10), Deberry (14), y Cuevas (16) -5 inicial- Diene (6), Ferrando, Alonso, y Stümer (12)

  • Árbitros: Gallego, Pellitero, y del Val

  • Incidencias: Primer partido de la XX Copa Castilla y León disputado en el polideportivo Pisuerga ante 500 espectadores

Con 14-28 se cerraron los primeros 10 minutos, certificados con la tercera falta antideportiva señalada a los locales, erráticos el ataque (0/9 en triples en los primeros 10 minutos), especialmente en los lanzamientos exteriores y sin cerrar bien el rebote defensivo ni mostrar quien milita en una categoría y quien en otra inferior. El base burgalés, Didac Cuevas hizo y deshizo a su antojo en esta fase del encuentro.

El Pucela recompuso el quinteto inicial, formado por Wintering, Geks, Berg, Kuiper y Raffington, con celeridad por las rotaciones previstas y porque el partido exigía más intensidad atrás. Debutó Pippen, que se mostró certero a la hora de ver aro, anotando en sus tres primeros intentos nada más salir del banquillo para terminar siendo el mejor de, partido. Pantzar entró en pista por un Wintering que no logró ni jugar ni hacer jugar a su equipo en el primer cuarto. El sueco está aún lejos de lograr un estado físico idóneo y pronto volvió Wintering.

Mejoró el Pucela hasta rebajar la diferencia por debajo de los 10 puntos (23-31 minuto 14). Los últimos 4 minutos de la primera mitad probó Roberto González algo que se verá mucho esta temporada, los dos bases en pista. Y eso mejoró el juego morado, por el control del juego, con mejor criterio ofensivo, ataques largos, sistemas llevados hasta el final y anticipación en las acciones defensivas. Tanto fue así que el Real Valladolid falló en tres ocasiones la oportunidad para empatar o ponerse por delante en el marcador para llegar al descanso con desventaja 39-40 tras un segundo cuarto en el que el parcial fue de 25-12 y que evidenció la mejora ofensiva y defensiva de los locales. El porcentaje en los triples seguía siendo sonrojante al descanso para el UEMC RV (1/14).

El tercer cuarto fue equilibrado en el juego y en el marcador, con reparto de mínimas ventajas para ambos equipos. Sirvió para seguir viendo detalles de la capacidad anotadora de Pippen, y para aprovechar el UEMC su mayor profundidad y potencial en el banquillo. En el tramo final lograron los morados su máxima ventaja en el partido hasta el momento, 5 puntos (58-53) y el 60-55 con el que terminó el tercer cuarto. En el debe del Real Valladolid señalar la aparente fragilidad defensiva de sus dos hombres interiores para parar a un Corey Deberry que se mostró dominante bajo los aros y solo su cuarta falta le llevó al banquillo.

Puidet estaba siendo un elemento muy difícil de defender, con penetraciones que complicaron la defensa de Tizona además de su defensa contagiosa, y fruto de ello las ventajas vallisoletanas llegaron a los 7 puntos (62-55 min. 33) y muchos problemas para anotar en los visitantes. Esa pequeña brecha suponía una gran diferencia en un partido tan corto de marcador. Un parcial 3-10 provocó tiempo muerto a falta de algo menos de 4 minutos para el final (65-65). Roberto González repasó ideas y señaló el camino a sus jugadores que conducía a la victoria, moviendo los peones y los emparejamientos a su certero criterio.

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