A Hanna le convence la cuajada: «Aquí se come más saludable que en América»
El nuevo jugador del UEMC destaca el cambio de alminetación en sus primeros meses en Valladolid, así como la «arquitectura» de la ciudad
Hay un choque eminentemente grande, y no solo cultural, cuando uno cruza por primera vez el charco, da igual el sentido. Y en el caso del baloncesto, son muchos los jugadores que cada año viven su primera experiencia en Europa con todo lo que ello impica. Primer año en otro baloncesto, primer año lejos del abrigo de los suyos, cambio frontal de estilo de vida, de hábitos,... y también de alimentación.
En este punto, los americanos son un mundo aparte y no son pocas las anécdotas que han dejado a su paso por el baloncesto europeo, también en Valladolid. Daría seguramente para un libro, salpimentado con recuerdos como el que dejó Shemar Wilson en el último curso, y en todos los casos llama la atención el cambio que supone para todos ellos.
El último ejemplo es el de Jacob Hanna, nacido en Wichita y formado en las universidades de Illinois y Washburn, que en su presentación ha destacado el cambio de alimentación como parte importante en su adaptación al baloncesto español. «La comida es definitivamente un poco más saludable aquí que en América, donde se come un montón de hamburguesas con queso y patatas fritas. Hay un restaurante aquí cerca al que vamos con el equipo, Barlladolid, que me gusta mucho. Tienen una buena comida, y me encanta el postre, ¡la cuajada!», ha subrayado entre risas. «¡Muy buena! Estoy adaptándome muy bien, me gusta probar diferentes comidas y cosas que puedo porque es distinto».
Hanna, que destaca por un carácter jovial y cercano que genera empatía, explica además que le encanta pasear por Valladolid «por su rica arquitectura», y que está deseando conocer más de la ciudad para hacer de guía con su familia en cuanto vengan a visitarle. «Espero poder enseñarle todas estas cosas a mi familia cuando venga, y que encuentren cosas que les gusten a ellos mismos. Estoy intentando probar tantas nuevas cosas que puedo», apunta, contento con lo que se ha encontrado a su llegada. «Y sobre la ciudad, me gusta caminar por Recoletos, donde están las fuentes y la imagen de Valladolid. Me encanta la ciudad. Hasta ahora el clima ha sido muy bueno, he podido salir y ver la arquitectura hermosa. ¡Es un gran descubrimiento, exclama».
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Hanna, de 23 años, vive de lejos las políticas que está poniendo en práctica Trump en su país. «Con las redes sociales nunca estás tan lejos. Con un clic llegas a casi cualquier historia del mundo. Pero al mismo tiempo, te tienes que enfocar en lo principal y lo principal es el baloncesto aquí. Llamo y hablo con mi familia, con mi abuela, con mi gente en casa. Es triste ver muchas cosas sucediendo en el mundo, pero no puedo enfocarme en eso, en las cosas negativas que se están viendo y que estamos viviendo. Es parte de la vida y no se puede huir de ello», explica.
Con un look muy afro pero al mismo tiempo con matices raperos por la velocidad a la que habla, Hanna no oculta sus gustos musicales. «Me encanta la música de rap, pero soy mejor cantante que rapero, me encanta Michael Jackson», señala entre risas.