El tiramisú de Sara

Es una receta perfecta por su fácil elaboración y sabor. También para los niños y sus primeros pinitos en el mundo de la repostería. El tiramisú es cremoso, suave e intenso. Un abanico de virtudes que le han llevado a conquistar las cartas de postres de todo el mundo. Su origen está en Italia, pero ya tiene carácter internacional por haberse convertido en un referente en distintos rincones del mundo. Entre ellos, en la casa de Sara Grande Peña, una niña de cinco años de Aranda de Duero. A la pequeña le gusta tanto elaborarlo como después degustar en familia el resultado de su trabajo en la cocina.

«Hemos comprado todos los ingredientes que necesitamos y voy a hacer un tiramisú yo sola», explica orgullosa mientas hace recuento de todos los productos que hay sobre la encimera de la cocina. Huevos, azúcar, bizcochos de soletilla, capsulas de café, cacao puro en polvo y el toque fundamental e imprescindible: el queso mascarpone. «También es muy importante que los bizcochos sean de soletilla, queda muchísimo mejor y más rico», la pequeña lo tiene muy claro.

De esta manera, comienza la elaboración vestida con la indumentaria completa de chef. Sara se muestra de los más encantada con un gorro y delantal con llamativos estampados que le regalaron la pasada Navidad. El primer paso será batir dos huevos, junto a la yema de un tercero y el azúcar. «Es lo más divertido… Ahora echamos también el queso y seguimos batiendo un buen rato hasta que quede bien», narra la minicocinera mientras no deja de realizar su labor repostera. Llega ahora el turno de remojar la mitad de los bizcochos de soletilla en el café frío, lo justo para que empapen sin romperse. Luego se van colocando en el fondo de una fuente rectangular. Una vez terminada esa fase, Sara comienza a echar la mitad de la mezcla de mascarpone sobre la base. «Ahora volvemos a hacer otra vez lo mismo», indica. Y de nuevo toca el remojado de bizcochos, la mitad que quedaban pendientes. La niña los coloca encima de la masa y los cubre con el resto de la mezcla. Ha acabado así la primera parte de la receta.

Ahora a la pequeña Sara no le queda otro remedio que ser paciente. Cubre la fuente con film transparente y la pone a refrigerar durante cinco horas mínimo. Pasado el tiempo suficiente, ya solo quedará dar el último toque, espolvorear con cacao en polvo. Finalmente, se corta en porciones, se sirve y «a disfrutar. Me encanta el tiramisú», acierta a decir la pequeña chef mientras prueba el resultado de su receta.

Ingredientes:

Dos huevos, una yema, 130 gramos de azúcar, 500 gramos de queso mascarpone, 300 gramos de bizcochos de soletilla, 200 gramos de café frío, 20 gramos de cacao puro en polvo.

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