Sigue paso a paso la receta de los buñuelos de viento de Wamba

Para elaborar esta delicia, necesitamos:

Comenzamos con esta sencilla elaboración, que promete buenos resultados:

1.En un en un cazo echamos el vaso de agua y lo ponemos al fuego

2.Añadimos la pizca de sal y la mantequilla

3.Cuando empiece a hervir, agregamos la harina. «La echamos de golpe, así la escaldamos», dice Carmen Mari.

4.Apartamos el cazo del fuego y empezamos a remover rápidamente hasta que mezcle bien. «Cuando la mezcla empieza a despegar, dejamos que se enfríe un poquito y echamos los huevos. Lo más importante es echarles de uno en uno. Yo uso huevos del tamaño 'L', porque si son más grandes, la masa queda muy líquida», subraya. «Echamos el primer huevo y mezclamos bien, bien, bien. Cuando esté bien mezclado, echamos el siguiente y así, sucesivamente. El primer huevo es el que más cuesta ligar. Se puede hacer también con amasadora»

5.Mientras vamos mezclando ponemos el aceite en la sartén y la ponemos al fuego.

Mientras sigue trabajando la mezcla, Carmen Mari, rememora viejos recuerdos con su abuela Felisa. «Ella los hacía para carnavales, que antiguamente eran unas fiestas muy importantes. Antaño aquí los quintos corrían las cintas a caballo y recitaban versos. Yo eso no lo he vivido. Lo que si que recuerdo es que el miércoles de ceniza celebrábamos La Bermeja. Poníamos una muñeca en un cajón y recorríamos todas las casas del pueblo pidiendo el aguinaldo», recuerda y de repente vuelve a la receta. «El aceite no tiene que estar ni muy caliente, ni muy frío, porque si no, los buñuelos se nos arrebatan».

6.Una vez que está lista la masa pasamos a elaborar las 'pelotas'. «Mi abuela las hacía con una cuchara y las iba empujando con el dedo a la sartén. Yo siempre utilizo dos cucharas y así las bolas quedan perfectas. En las pastelerías los hacen con manga pastelera. En cuanto al tamaño, se hacen al gusto del consumidor, o mejor dicho, de la cocinera, que soy yo. Si son para rellenar, me gusta hacerles pequeños para que quepan eteros en la boca», dice mientras muestra su técnica y deja caer la primera de las bolas de buñuelo al aceite. «Si la pelota sube para arriba es señal de que nos ha salido bien la masa. Ellos solos van dando vueltas y van explotando en el aceite.

7.Una vez que tienen un bonito color dorado, se sacan de la sartén con una espumadera y se ponen sobre un plato con papel de cocina, para que absorban el aceite sobrante. Luego ya se pasan a la bandeja donde se van a presentar.

«Se pueden rellenar de nata o crema, pero así solos están también buenísimos. Por encima se puede echar azúcar, azúcar glas o miel y están deliciosos. A mis hijos Juan y David les encantan. Son muy golosos», dice con una sonrisa. «Otra opción puede ser rellenarles de una mezcla salada, como puede ser de ensaladilla o de queso fresco con jamó o salmón», puntualiza. «Así hacemos los buñuelos en Wamba. Espero que muchos se animen a preparar esta receta. Se chuparán los dedos», anima esta wambeña.

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