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Marta Sanz, con el barrio de bodegas tradicionales de 'El Cotarro' al fondo S.G

Marta Sanz, impulsora del proyecto de recuperación de bodegas históricas y lagares de 'El Cotarro' de Moradillo de Roa

«Los pueblos con bodegas subterráneas no saben lo afortunados que son»

El Cotarro' situado en la localidad burgalesa de Moradillo de Roa es un conjunto etnográfico vinculado a la cultura del vino. Está compuesto por 159 bodegas subterráneas y 7 lagares-cueva tallados en piedra.

Sábado, 2 de diciembre 2023, 00:34

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Poner en valor el patrimonio relacionado con el vino, para difundirlo y generar una corriente en otros lugares similares. Así surgió el movimiento para la recuperación de las bodegas en Moradillo (Burgos) que ha recibido, entre otros, el Premio Europa Nostra. Marta Sanz, junto a Nacho Rincón, fue una de las impulsoras de esta iniciativa.

–¿Cómo se dieron cuenta de que recuperar este patrimonio podía convertirse en un revulsivo turístico?

–No se recuperó el patrimonio para convertirlo en revulsivo turístico, sino que se intentó usar el turismo como un medio más para conservar el patrimonio histórico que ha convivido con generaciones desde hace cientos de años. Con el paso del tiempo y la profesionalización de la elaboración del vino, las bodegas y lagares dejaron de tener una función más allá del ocio, y la gente empezó a darlas por sentado. Por falta de mantenimiento, filtraciones, acumulación de basuras... empezaron a deteriorarse, y eso nos daba muchísima pena. Cuando llegó Nacho Rincón al Ayuntamiento, lo hizo con la intención de salvar ese patrimonio. El pueblo se unió para cuidar ese patrimonio, que había estado un poco olvidado aún teniéndolo delante de nuestros propios ojos, y se convirtió en motivo de orgullo para nosotros. Seguía habiendo un problema: la falta de fondos. Empezamos a hacer todo lo que estaba en nuestras manos para conseguir recuperar el patrimonio: elaboración de vino, rifas… y finalmente se nos ocurrió que si nosotros valorábamos nuestras bodegas, más gente podría hacerlo, por lo que se decidió abrirlas.

–¿Qué se sabe de cómo surgió el barrio, qué función realizaba y cómo ha marcado el carácter y la economía?

–El primer registro que se tiene es que en 1655, el Obispo de Osma, Juan de Palafox, mandó sembrar viñas en Moradillo de Roa. Desde entonces, la vida de Moradillo y sus gentes ha girado en torno al viñedo. Por aquel entonces, el vino era un alimento más y la supervivencia de la gente estaba ligada a que la cosecha fuese buena y, sobre todo, a que el vino llegase a buen puerto. En Moradillo, como pueblo ligado al vino, surgieron más de 12 lagares, 159 bodegas-cueva y varias fábricas de aguardiente. Se conservan lagares de 1734 en perfecto estado, y la bodega, 'El Bodegón', por ejemplo, se construyó en 1861. El ciclo del vino marcaba la vida en el pueblo.

–Premio Rutas del Vino de España, Europa Nostra... ¿Imaginaban algo así?

–Ni en mis mejores sueños. En mi caso, mi mayor objetivo es que las generaciones futuras puedan disfrutar del patrimonio que yo he tenido la suerte de disfrutar. Todo lo demás viene por añadidura. Pero hay que reconocer que cuando nos concedieron el premio Europa Nostra, a la hora de plantarte delante de proyectos de toda Europa para agradecer el galardón no pude evitar que se me entrecortase la voz, porque es el reconocimiento a un gran esfuerzo colectivo.

–¿En qué nivel de recuperación se encuentra?

–Lo más importante es que la gente se ha dado cuenta del valor de su patrimonio. Las bodegas están catalogadas en un registro municipal y se conocen los propietarios de todas ellas. El barrio de bodegas está limpio y cuidado, se han restaurado unas 40 bodegas y lagares y se ha restaurado uno de los caminos de acceso y canalizado las aguas para evitar filtraciones. Aún falta trabajo por hacer apara recuperar más bodegas y seguir mejorando la escorrentía de agua y los accesos, pero, sobre todo, siempre contando con el pueblo en cada paso que se dé.

–¿Qué recomendaría al resto de municipios que tienen este patrimonio?

–Que lo valoren, que lo cuiden. Que no saben lo afortunados que son de tenerlo. Y que no piensen que ellos solos no pueden hacer nada: los grandes proyectos se empiezan con pequeños pasos.

–¿Qué pasos han da darse a partir de ahora?

–El futuro está en los orígenes: siempre contar con la gente y sus opiniones, turismo sostenible, en grupos muy pequeños y orientado al patrimonio y el mundo del vino, como medio, nunca como fin. Que todos los beneficios repercutan en pequeñas o grandes obras de mejora del barrio de bodegas, que se sigan realizando acciones de concienciación y difusión, que serán las que hagan que la gente siga luchando por su tierra y que este gran patrimonio que hemos heredado no se pierda.

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