Palacio de Bornos renueva como vino oficial del Real Valladolid
La bodega vallisoletana de la DO Rueda vuelve a patrocinar al equipo por la temporada vigente 2020/21, en su apuesta por el deporte y la vida sana
Con el objetivo de apoyar al deporte en general y al fútbol en particular, la Bodega Palacios de Bornos, de la Denominación de Origen Rueda, renueva su acuerdo de patrocinio deportivo y se une a la familia blanquivioleta del Real Valladolid. La estrella de esta unión es uno de sus vinos más emblemáticos, Palacio de Bornos Verdejo. La Bodega confirma así su apuesta por los patrocinios locales, reivindicando sus raíces pucelanas.
«La firma de este acuerdo supone una gran ilusión para nosotros, ya que muestra nuestro compromiso con el deporte y con la ciudad de Valladolid. Nos sentimos orgullosos de formar parte de un club histórico como el Real Valladolid Club de Fútbol y pretendemos convertirnos en uno de sus apoyos en la importante tarea de afrontar una competición tan exigente como es la Primera División«, asegura Fernando Zaratiegui, director eneral de la Bodega.
El consejero delegado del Real Valladolid, GMatthieu Fenaert, agradeció la confianza de Palacio de Bornos y destacó la importancia de la renovación del acuerdo, en una confirmación de la apuesta de la entidad blanquivioleta por poner en valor uno de los principales sectores en Castilla y León.
Fútbol y vino
La unión entre vino y deporte sigue siendo uno de los objetivos que persigue la bodega con el patrocinio del deporte desde hace más de 15 años, en diversas actividades como golf, pádel y ahora también fútbol. «Palacio de Bornos quiere poner de manifiesto su compromiso con iniciativas deportivas que, junto con la dieta mediterránea, contribuyen a llevar una vida más equilibrada y saludable», comenta Fernando Zaratiegui.
Un verdejo 100% de la DO Rueda
Es un vino monovarietal 100% verdejo, procedente de las 308 hectáreas de viñedo propio con las que cuenta Palacios de Bornos en las localidades de Rueda, Pollos y La Seca, una parte de ellas viñedo viejo con más de cuarenta años de edad.
En la cata, es un blanco de color amarillo pálido con tonos verdosos; en nariz presenta aromas de frutas tropicales, heno y matices anisados. Intenso, sabroso y equilibrado en boca. Fresca acidez, frutal y aromático en el postgusto.