La poesía estruendosa y festiva de Visitants inaugura el 26 TAC de Valladolid
La ciudad se convierte en escenario de 44 compañías de teatro de calle hasta el domingo
Una mascletá en la Plaza Mayor, Quasimodo en la torre románica de la Antigua o viudas que cuentan bajo un paraguas su vida a un espectador son algunas de las propuestas que podrán verse en el 26 Festival de Teatro de Calle que comienza hoy. Valladolid acogerá hasta el próximo domingo las propuestas de 44 compañías y su espacio urbano se llenará de acróbatas, payasos, actrices, bailarinas y músicos.
La compañía castellonense Visitants, que recibe mañana el homenaje del TAC por sus 36 años de incansable creatividad en la calle, inaugura esta noche (21:30h) los espectáculos de la Plaza Mayor con su 'Mascletá poética', una «metáfora de truenos, carcasas, textos y masclets donde las palabras escritas se convierten en ritmo, ruido, emociones compartidas y movimientos explosivos», según Tomás Ibáñez, su director. Esta propuesta multidisciplinar que tiene en el público su último actor persigue «la catarsis colectiva». Han puesto especial énfasis en que sus montajes sean accesibles para todos los públicos con alguna discapacidad visual, auditiva o motora y, desde la rueda de prensa, cuentan con una traductora en lenguaje de signos.
Otra compañía veterana que vuelve a Valladolid y lo celebra es la francesa 1 Watt que trae 'Nouvelles de Noone'. Pierre Pilatte y Sophie Borthwick cuentan sus «vidas, reencuentros y prácticas artísticas en un recorrido con el público acompañados por música portable que acabamos en una fiesta», explica ella.
Del humor de esta pareja a otra metáfora visual a partir de la novela de Víctor Hugo. Lézard Bleus representará esta tarde a las 20:15 en la Torre de la Antigua su 'Quasimodo/ Esmeralda', un montaje de danza vertical que une al «superhéroe discapacitado maltratado, arriba, con Esmeralda, representante de los que estamos abajo, una extranjera que acaba sucumbiendo por su encanto», cuenta su manager, Vali. La coreografía es de Antoine Le Menestrel, que conoce bien el TAC, y el espectáculo une arquitectura y danza en lugares religiosos.
Transe Express, también compañía gala, estrena en la Plaza Mayor de Valladolid este viernes y sábado (23:30 h.) su «ópera electrónica» 'ADN, Odisea vertical', dirigida por Rémi Allaigre. «Es la estructura más grande que ha creado la compañía y en esta ocasión tiene un aire más surrealista. Mezclamos danza vertical, música, percusión, acrobacias para provocar el vértigo al público. Es un gran montaje con el que esperamos obligar a los espectadores a mirar hacia arriba, en vez de estar, como solemos, mirando abajo a nuestras pantallas», propone Rémi.
Del cielo al suelo, de la mano de Olga Martínez, bailarina vallisoletana que quiere que el público haga una pausa 'Al vaivén'. En la plaza del Fotógrafo del Campo Grande (viernes, 12 y 17;30, y sábado, 12 y 19h,), con una mecedora y un libro invita con su danza itinerante a fijarse en las cosas sencillas, en un ritmo al vaivén que nos tranquilice.
'Viudas' es el resultado de una experiencia liderada por el Colectivo Mujeres Creadoras de Castilla yLeón. «Hemos hecho un trabajo de mediación entre ciudadanos viudos y jóvenes dramaturgos. Estos han escrito piezas sobre lo que les han contado y aquellos contarán esa bajo un paraguas al público. Es arriesgado pero ya hemos colgado algún vídeo y ha merecido la pena», explica Cristina Izquierdo, su directora. «Cuando laten las ciudades como Valladolid con el TAC nuestros lugares se llena de vida», afirma.
Esa vida llevada al teatro de calle está marcada en España por la fiesta. Tomás Ibáñez, de Visitants, reivindica para las artes callejeras el sitio que les corresponde. En sus siete lustros de existencia han visto cómo circo y danza aumentaban su importancia en la creación española. «Nuestras artes de calle están vinculadas a las fiestas de los pueblos, donde tradicionalmente se han expuesto». La «precariedad y la periferia» han marcado su desarrollo porque no tienen lugar en la formación académica, tampoco hay centros de creación específica, ni circuitos ni ayudas, explicó el director valenciano. «A diferencia de nuestros colegas franceses o de otros países europeos. Por eso nuestra compañía es siempre activista en la reivindicación de un desarrollo académico, de recuperación de la historia de estas artes en España, de la escritura específica para ellas y el acompañamientos a las nuevas generaciones que se dediquen a ellas».
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