Musical 'El guardaespaldas'

Lo que cabe destacar por encima de todo es el lujo de la producción que desde un espacio único inventa mil (es un decir) escenografías, incorporando al escenario muebles, camas, mesas, toda clase de objetos en un juego ininterrumpido.

La luz, cañones desde el techo, es también muy espectacular, como los efectos que te llevan a evitar el contacto directo con las luces.

El problema se encuentra en la dramaturgia. La obra es un homenaje a la estupenda Whitney Houston, muerta muy tempranamente. Sus canciones, un gran número en el espectáculo, son peculiares en ritmo y melodía y fueron la clave del éxito del filme y de la banda sonora, un récord en el mercado disquero.

Todo el espectáculo está a su servicio como un homenaje póstumo y merecido. Los cuadros de la obra, algunos musicales, los mejores, y otros siguiendo las líneas argumentales del filme de forma minuciosa, lo que a veces produce cierta lentitud.

Correctos todos los intérpretes, incluido Pujades, ese protagonista que no canta, y un aplauso especial para María Jaraiz que canta y Luna Manzanares que incorpora el papel de Rachel y que realiza un trabajo agotador, acogido con muchos aplausos, que hizo revivir a Whitney. Un musical especial que gustó mucho al público. Como siempre, el local estaba abarrotado.