Morboria celebra en Olmedo Clásico su 40 aniversario con una comedia femenina de Rojas Zorrilla

«Esta comedia de Rojas Zorrilla no se ha interpretado desde el siglo XIX, había caído en el olvido», afirma Eva del Palacio, responsable de la compañía y versionadora y directora de esta adaptación: «Morboria llevamos interpretando obras de este autor desde hace casi dos décadas, y cuando se nos acercaron Felipe B. Pedraza y Rafael González Cañal nos dieron a conocer una propuesta que pensaban que nos iba divinamente».

Del Palacio reflexiona sobre los caminos diferentes que toman la academia, por un lado, y artistas y directores de escena, por otro; bifurcaciones que explican cómo uno de los predilectos de la corte y el pueblo en su momento puede ver desaparecida una de sus obras de enredo más significativas: «Con frecuencia se recurre una y otra vez a los mismos títulos que el público ya conoce y que demanda ver, pero en los últimos años se ha hecho un esfuerzo importante por llevar a escena obras que no se encontraban en el canon», explica.

El resurgir de Rojas Zorrilla se enmarca, en cálculos de Eva del Palacio, en 2008: «Es un autor muy especial que le da a la mujer un tratamiento de fuerza y a la que enfrenta a los hombres; la convierte en un personaje libre, que tiene varios amantes...», lista. En esta obra ya resulta singular su premisa argumental a partir de la aparición de un alcahuete que se introduce en casa de dos hermanas, sin padre ni hermano que vele por ellas y su honor, con la intención de cobrar una herencia que conseguirá si las logra casar en matrimonio. «Este 'celestino' les propondrá una serie de pretendientes, a cada cual más impresentable y gracioso, en una comedia muy original que, prometemos, no acabará en matrimonio», ríe la directora.

Eva del Palacio defiende que su adaptación haya sido, para la ocasión, mínima: «Existe hoy una tendencia a intervenir en los versos para convertirlos en algo más asequible, pero hay que entender que si anulamos la poesía de los textos nos quedamos con argumentos vacíos». La sencillez de las adaptaciones contemporáneas juegan en contra, bajo su punto de vista, de todos los palos que toca el barroco; «en música, puesta de escena, belleza del lenguaje... Hay que entender que es una visión muy lejana para nosotros, que somos demasiado concretos a la hora de expresar, pero el teatro trabaja para todos los sentidos, incluso para la suavidad de la palabra que entra».

Por ello, pese a los gongorismos de Rojas Zorrilla (admirador confeso del autor de la 'Fábula de Polifemo y Galatea'), Eva del Palacio insiste en «la belleza brutal de los juegos de palabras con una dificultad en métrica y prosodia increíbles, cuya sonoridad demuestran que, si esos términos están ahí, es por algo». Eva del Palacio también respalda la labor en puesta de escena desarrollada por Morboria: «Nuestro sello es la parte gestual, tenemos un gran trabajo físico, de ritmo, y estético en color y composición de personajes; pues aunque somos una compañía pequeña tratamos de que nuestros espectáculos cuenten con una factura potente, de gran originalidad y personalidad».