Fuego y sangre
Crítica de teatro ·
«Pretende ser una imagen de la Pasión, lo consigue y la hace fundamentalmente humana»
Vuelve 'Pasión' con otro montaje y otros actores. Las religiones tienen sus libros preferenciales, los Evangelios, el Corán, el Mahabharata, el Kalevala, etc. todos muy ... imaginativos y muy bellos. Los evangelios en su última parte están llenos de sangre y en su totalidad de fuego. Los escultores del barroco hicieron unos pasos extraordinarios que a su vez inspiraron muchas versiones ateniéndose o no a ellos. Versiones diferentes, fiestas, que asumieron gente de algunos lugares. Una especie de celebración periódica que es tradición, y también puestas en escena por profesionales en determinadas ocasiones.
Jesús realiza una puesta en escena cuidadosísima, con gente de su Teatro Corsario y otros de fuera. Se basa en el barroco vallisoletano, con un gran sentido de la plástica, un aprovechamiento del espacio magnífico, luminotecnia oscura muy adecuada y gran atención a los cuerpos. Cristo como sujeto principal, con un sacrificado trabajo del actor que lo incorpora.
Pasión
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Intérpretes: Rosa Manzano, Teresa Lázaro y doce más
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Música: Juan Carlos Martín
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Director: Jesús Peña
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Lugar: Teatro Calderón
Los otros personajes se incorporan al escenario como fantasmas. La música acompaña constantemente. Escenas a veces salvajes. Extraordinarias las que suceden en la sala, Cristo en la Cruz alzada, el entierro….
Pretende ser una imagen de la Pasión, lo consigue y la hace fundamentalmente humana. Nos recuerda el Milagro del Mundo y el arte que originó. La unción de los estupendos actores era obligada. En nuestro país no se puede interpretar a Cristo y sus circunstancias sin reverencia y este montaje lo refrendó.
Tras una hora y media de emoción, el público que llenaba la sala, puesto en pie, aplaudió con calor. Homenaje muy merecido a Urdiales, Peña, el Corsario y los demás.
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