'Candileja' le da la vuelta al cuento de Blancanieves para convertirlo en un musical «inclusivo»

Y así, aunque todos los elementos del cuento están presentes (la manzana, la bruja, el príncipe, la princesa…) y la historia se parece, el cuento se vuelve del revés. La reina malvada manda aquí sobre el Reino de la Perfección, del que se excluye a todos aquellos que son diferentes, lo que transforma el conflicto psicológico del cuento -que apela a los niños en cuanto sujetos individuales- en un conflicto social con tintes moralizadores.

El elemento de ruptura más claro es el personaje Blancanieves, que es interpretado por una actriz voluminosa, de talla grande, sin que ello sea óbice para que descubramos que, en efecto, sigue siendo la mujer más hermosa del mundo. Y los enanitos ya no son tales, sino una troupe de personas representativas de diversos colectivos en riesgo de exclusión social que han sido expulsados por la reina malvada por eso, por ser distintos.

«Aprovechamos los cuentos con los que hemos crecido y que nos son tan queridos, pero que tienen poco que decirnos hoy, para lanzar mensajes que nos parecen importantes en la actualidad», explica Jesús Sanz Sebastián, autor de la dramaturgia de la obra y director. «¿Por qué una persona que no cumple los cánones de belleza establecidos no puede ser la más bella?», se pregunta.

«Estamos convencidos de que el teatro puede ayudar a construir una realidad mejor con gestos tan sencillos como ver a un artista con discapacidad actuar sobre el escenario, o con la ruptura de los estereotipos sobre la belleza, por ejemplo», asegura.

No obstante, Sanz Sebastián aclara que el trabajo de su compañía busca, por encima de todo, entretener, y que su Blancanieves ofrece canciones, escenografía y una puesta en escena cuidada. «Creemos que el teatro debe ayudar sin dejar de ser divertido», asegura.