Borrar
El director israelí Eliahu Inbal.
Inbal: «Shostakovich engancha porque sus sinfonías hablan de su vida»

Inbal: «Shostakovich engancha porque sus sinfonías hablan de su vida»

La protesta del pueblo ruso y la represión zarista en 1905 son el ‘leit motiv’ de la obra que interpreta la OSCyL a las órdenes del maestro israelí

Victoria M. Niño

Miércoles, 13 de enero 2016, 14:40

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Hizo la Séptima de Mahler con la Sinfónica de Castilla y León al final de la pasada temporada y vuelve ahora con otra sinfonía maratoniana, la 11 de Shostakovich. Eliahu Inbal, director principal invitado de la OSCyL, considera que su deber es trabajar diferentes estilos y colores con la orquesta. Por eso en la próxima cita, otra vuelta de tuerca, Stravinsky, Ravel y un concierto de estreno. Conocido por narrar la historia de Rusia en su música, por su frágil equilibrio personal entre purgas y rehabilitaciones stalinistas, Shostakovich contó la rebelión de 1905 en esta undécima sinfonía.

«Shostakovich, como Mahler a quien adoraba, hace música personal, que habla de sí mismo, de sus sentimientos, de sus problemas de sus esperanzas. Por eso sus sinfonías enganchan tanto. La Once es muy especial porque incluye los motivos y melodías de los trabajadores, del pueblo, eso la da un color especial, muy emocional, nada cerebral». El veterano director, de gesto tan sintético como iluminador para los músicos, resta importancia a la narratividad histórica de la obra. «La sinfonía habla de la historia de 1905. Pero a veces los compositores escriben un título al comenzar una obra, lo que hizo Shostakovich, para luego quitarlo. No importa el nombre, todo está en la música. Basta una somera idea para seguir el primer movimiento, en el que la orquesta describe un frío invierno, con niebla. El segundo es una explosión, la protesta de la gente. El tercero describe la brutal represión con muchos muertos y el cuarto, es una marcha fúnebre aunque seguida de la esperanza, con la seguridad de que el pueblo triunfará. Hay una historia contada en la música. Ocurrió en Rusia en 1905 pero es trasladable a China hoy, por ejemplo».

Sus programas con la OSCyL son «el encuentro de las necesidades que plantea la dirección artística y mis preferencias». El próximo concierto será completamente distinto. «Es bueno que una orquesta sea educada por un mismo director en diferentes estéticas». Acostumbrado a estrenar obras contemporáneas, como lo hará en junio con un concierto de Óscar Navarro, ¿pesa tanto la coyuntura política hoy como en tiempos de Shostakovich? Y el maestro contesta raudo: «La humanidad es la misma, nos mueve lo mismo: el amor, los celos, la traición, la represión política, la humanidad no cambia. Shostakovich escribe esto en 1905 pero mantiene vigente su significado hoy. La gran música es imperecedera. Beethoven suena hoy moderno. Solo hay tres creaciones completamente nuevas, personajes o historias sin referentes bíblicos o de otra índole. Son Don quijote no había nada parecido con anterioridad, Don Juan, en la Biblia David quiere tener otra amante pero no cientos como Don Juan, y El mandarín maravilloso, de Bartok. Las óperas de Verdi, de Wagner, están basadas en algo ya existente. Incluso Shakespeare tomó prestados temas que convirtió en maravillosas obras teatrales». Y aunque la humanidad es la misma, vive tiempos especialmente problemáticos. «Beethoven tenían el ideal de la universalidad, todos somos hermanos y sería maravilloso que así fuera. Pero vivimos en un mundo atribulado, con grandes problemas por la manera en la que el islam se entiende a sí mismo. Tendremos muchos problemas los próximos años».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios