Macarena Trigo: «La cultura es un derecho, no un privilegio»
La escritora, que pasó su infancia y juventud en Valladolid, regresa a la ciudad con 'Como puedo', un libro que reividica el poder sanador de la ficción
Los amantes de las etiquetas lo tendrán difícil porque 'Como puedo', de Macarena Trigo,es un libro escurridizo. Se escapa de cualquier categoría que lo ... quiera encorsetar. ¿Es ensayo?¿Hay poesía?«Con los chicos de la editorial (Menoslobos) hemos llegado al pacto de que se trata de una biografía novelada». Así que por ahí se podría empezar. «Es una suerte de recorrido por mi vida», dice Trigo durante la presentación en la librería La Perecquiana (calle Felipe II).
Macarena nació en Madrid, vive ahora en Buenos Aires, pero pasó su infancia y juventud en Valladolid. «Acá estudié desde los nuevos años. Primero estuve en la Casa Cuna, después en los hogares de fundaciones que había en la calle Panaderos», cuenta Macarena, quien estudió en el colegio Cardenal Mendoza, luego en el Núñez de Arce, más tarde se tituló en Historia del Arte y Literatura Comparada por la Universidad de Valladolid, en Comunicación Audiovisual por la de Salamanca.
«Mi generación era la de la titulitis crónica. Estudiábamos sin saber muy bien por qué». O quizá sí, porque en 'Como puedo', su autora habla de la fortuna de tener un buen maestro.
«La mía fue una infancia bastante singular. Crecí dentro del sistema de protección de menores español y el libro ensalza el poder de la ficción en nuestra formación y en nuestras vidas». «El arte en cualquiera de sus manifestaciones y la ficción en concreto nos puede salvar», dice convencida. Y recuerda 'Nada', de Carmen Laforet. Las películas de Víctor Erice. Las series de la tele de los años 80 y 90. «Nombren ustedes cualquiera y la he visto». Desde 'McGyver' a 'Doctor en Alaska'. «Soy un batiburrillo de esa cultura mediática y popular, pero también alguien que estuvo mucho tiempo en la academia».
Por eso, reivindica la lectura sin barreras, el cine sin fronteras, la curiosidad salvaje. «Yo leía desordenadamente, sin mucho criterio, lo que llegara a mis manos. Y lo mismo ocurría con lo que ponían en televisión. Eso me ha descubierto que no hace falta un canon de arte. Lo importante es tener acceso a la cultura, que lo tengas a mano. Siento que en España se considera la cultura como un privilegio y no, es un derecho».
«No hay que pensar que hay unas obras más importantes que otras. Porque si observamos la cultura así, habrá mucha gente que nunca llegue a tener acceso a lo que supuestamente es la alta cultura que nos debe formar. Al final, todo ayuda». Por eso, reclama políticas que favorezcan el acceso gratis a los museos, no gravar con impuestos los libros o películas;en la escuela, más peso de las disciplinas artísticas: filosofía, literatura. «Estamos en un mundo que, por desgracia, apuesta por todo lo contrario».
Macarena regresa a Valladolid después de cuatro largos años. Aquí conserva amigos, compañeros y recuerdos de su etapa, desde los 9 años, en la compañía Telón de Azúcar. «El teatro se terminó convirtiendo en la pasión de mi vida.» En agosto de 2002 visitó Argentina por primera vez. «Era un momento muy tremendo allí, porque estaban con la crisis de 2001 encima. Se hacía mucho arte y teatro a la gorra, para reivindicar el valor cultural y social del arte. A mí eso me impresionó mucho, porque entonces en España no teníamos esa urgencia, ni esa calidad artística ni que hubiera teatro en cualquier lado. Me cambió la vida para siempre».
«Después de ese viaje empecé a vincularme muy seguido con Buenos Aires. Allí conocí a Claudio Tolcachir, que es alguien a quien le ha ido muy bien en España. Fui la asistente de dirección de 'La omisión de la familia Coleman', que es una obra que lleva 17 años en cartel. Fuimos y volvimos muchas veces. Y algo muy paradójico que me pasó es que conocí España viajando con la compañía argentina». Ahora, emprende en Valladolid una gira que le llevará por varias ciudades para presentar su 'Como puedo'.
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