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Los tres libros seleccionados. EL NORTE
Fotos de muertos, misterio en Venecia y los terroríficos apuntes de Lovecraft
Los libros de la semana

Fotos de muertos, misterio en Venecia y los terroríficos apuntes de Lovecraft

Las sugerencias literarias de la semana son 'Anoxia', 'L'Orco' y 'Cuaderno de ideas'.

Víctor Vela

Valladolid

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Viernes, 17 de febrero 2023, 00:26

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Las propuestas literarias de esta semana abordan el universo creativo de Lovecraft, una historia de misterio en Venecia y una novela que recuerda la profesión de aquellos fotógrafos de cadáveres.

'Anoxia', Miguel Ángel Hernández (Anagrama)

«La fotografía mortuoria constata la única certidumbre del ser humano: su caducidad», se dice en la pagina 39 de 'Anoxia'. Y sigue: «Es una memoria del último momento, un intento de apresar la imagen del cuerpo antes de que desaparezca». Clemente Artés ha dedicado toda su vida profesional a este tipo de retratos. Lo hizo en Francia, antes de regresar a España, Murcia. Aquí conoce a Dolores, una mujer que, junto a su marido (fallecido hace diez años) atendió una tienda de fotografía.

La vida de ambos se cruza y Clemente ve en Dolores una magnífica sucesora para su labor: fotografiar muertos, hacer foto a los difuntos en un último encargo de sus familiares.

Este nuevo trabajo sacudirá la vida de Dolores, sobre todo cuando comience a interesarse por el misterioso Clemente y por las razones por las que cortó toda relación con su hijo Eric, que no quiere saber nada de él.

Esta novela podría haberse llamado 'Los inquietos'. Así es como se conoce a las personas que son retratadas justo en el momento del tránsito entre la vida y la muerte y la foto parece captar la última sacudida, ese instante fugaz en el que fallecen y que hace que la foto salga movida. De hecho, se cuenta que algunos fotógrafos se ayudaban de venenos y otras técnicas para empujar a los enfermos terminales a la muerte y poder así captar con su cámara ese momento.

Podría haber sido 'Los inquietos', pero se titula anoxia, «la falta de oxígeno en el agua. Los peces suben a la superficie para tratar de respirar y comienzan a morir ahí. Después son arrollados a la orilla, donde empiezan a dar sus últimas bocanadas» (124-125).

Hay una metáfora, claro, en este término elegido para titular un libro que comienza íntimo y termina cada vez con mayores dosis de misterio en torno al papel de Clemente en una historia que tiene un maravilloso giro final. Ambientada en una localidad murciana, con el paso de una DANA, sirve además para retratar la lenta agonía ecológica del Mar Menor.

Pero, sobre todo, es una historia fantástica sobre la nuestra relación con la muerte, la fabricación de los recuerdos familiares, la fragilidad de la vida y la certeza de que más importante que acumular fotos es compartir experiencias (gozos y dolores) con familiares y amigos. Mejor que hacerles fotos es salir en ellas con los seres a los que queremos.

'L'Orco', George Sand (Nórdica)

En una noche de tormenta, de «aire denso» y «nubes negras», un grupo de amigos comparten historias y leyendas. Como la de esa misteriosa mujer enmascarada que a menudo es vista en una góndola por los canales de Venecia. Su fama se ha extendido por la ciudad porque hay varios soldados austriacos que han sido vistos por última vez en esa embarcación, camino de ningún lugar, para luego desaparecer para siempre. Y entonces, llega un nuevo joven vienés dispuesto a seducir a esa mujer y saber qué es lo que ocurre ahí.

Primero es la curiosidad quien lo empuja a conocer al Antifaz (así llaman a la fascinante mujer) y más tarde es el asombro (36) el que lo anima a seguir adelante, aunque eso suponga su fin. Lo que comienza como una historia romántica de fantasmas, en una Venecia nocturna, llena de máscaras, puertas secretas en las iglesias y llaves de oro, deviene en el giro final en una metáfora política sobre los pactos envenenados y la entrega de poder a las potencias extranjeras.

«Me veo obligada a devorar o a ser devorada. Todo aquel hombre de tu nación que me ame y no sea correspondido por mí, muere. Y, mientras yo no ame a uno, seguiré viviendo y haciéndolos morir. Y cuando ame a uno, moriré. Es mi destino», dice la mujer. Pero no habla solo de amor, sino también de política. Porque si se entrega a Austria, Venecia morirá. Nórdica recupera esta historia que parece de fantasmas y que George Sand (el seudónimo con el que firmaba Amantine Aurore Lucile Dupin) escribió en 1838.

'Cuaderno de ideas', H. P. Lovecraft (Periférica)

Mientras paseas o cocinas, cuando pareces distraído e incluso a veces cuando duermes. Las mejores ideas (o bueno, las no tan buenas también) llegan de forma inesperada y es crucial tener cerca lápiz y papel (las notas del móvil) para que no se te olviden. La inspiración asalta en cualquier momento.

Le ocurrió a H. P. Lovecraft a lo largo de su carrera. Por eso, entre 1919 y 1934 tomó estas notas ahora reunidas en 'Cuaderno de ideas', una recopilación de posibles relatos, de imágenes inspiradoras, de planteamientos que, bien desarrollados, podrían dar lugar a un relato. Este libro es un modo de asomarse al cerebro de Lovecraft: sus ideas, sus obsesiones, los bocetos de su obra, los hilos de los que tirar.

A veces son la anotación de una imagen (una plaga de ratas gigantes, reflejos en aguas y espejos, gárgolas que devoran hombres, castillos malditos, puertas misteriosamente abiertas o cerradas). Otras veces son propuestas más elaboradas: «De pronto y sin causa aparente a un hombre le aparece en la mano una extraña herida que se va extendiendo». Y otras veces, y estas me han gustado mucho, son ideas que se anotan con la intención de un desarrollo posterior pero que son tan potentes que incluso podrían funcionar de forma autónoma. «Una momia primigenia en un museo. Se despierta e intercambia su sitio con el del visitante». Lovecraft es, sin duda, uno de los grandes maestros del terror y de la ciencia ficción y este cuaderno con las ideas extraídas de su imaginación es un modo fantástico de aproximarse a su universo creativo.

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