Fernando Díaz San Miguel explora los ecos de la memoria en un viaje a Oxford
El escritor salmantino publica 'Lo que dijo el trueno', novela que sigue los pasos de T. S. Eliot para aferrarse al recuerdo como una forma de realidad
En el año 1914, un joven escritor de Missouri, T. S. Eliot, atraviesa el Atlántico con el objetivo de completar su formación en Europa. ... Se instala en Oxford. Por la noche da rienda suelta a su ingenio en los versos, ejerce como crítico literario y conferenciante. Por las mañanas trabaja en el departamento colonial del Lloyd's Bank. En 1994, un joven salmantino, Fernando Díaz San Miguel, comienza a trabajar en esa misma sucursal. Y, años después, allí recala también el protagonista de 'Lo que dijo el trueno', novela de Díaz San Miguel que acaba de publicar la editorial Vaso Roto.
El título alude a la quinta parte, el tramo final, de 'La tierra baldía'. En ese poema –que ha cumplido un siglo en este 2022– hay una suerte de onomatopeya ('datta, dayadhvam, damyata') que en realidad es sánscrito y significa «entrega, empatía, control, paz». Pero, sobre todo, está la relación de una voz con el paisaje, «que es también el paisaje de la memoria». «Mi personaje intenta recuperar sus recuerdos y de este modo asir la realidad», explica Díaz San Miguel. El autor ha construido un juego de espejos literarios donde Eliot se refleja en el escritor y su personaje.
«Esta novela es una persecución de las obsesiones», explica Díaz San Miguel evocando a Octavio Paz. Su obsesión literaria tiene que ver con «la reconstrucción del recuerdo como una forma de realidad». Y eso articula su obra entera. «Suele ocurrir que cada autor tiene una sola cosa que contar. Tim Burton, en sus películas, siempre habla del mismo personaje, esa persona que no se siente cómoda entre los suyos, que se siente extraña. Todo autor tiene solo una o dos cosas que contar y bastante es si consigue expresarlo de forma clara», defiende Díaz Miguel, como hace también uno de los personajes de su novela.
«Yo escribo para intentar asir el recuerdo de una época, de una manera de vivir que va cambiando», explica el escritor salmantino, quien defiende que «el ejercicio de recordar crea historias nuevas, algo que en realidad no viviste, pero que crea una realidad congelada a la que poder volver y que es muchas veces nuestro refugio. Onuestra condena».
Cuenta Díaz San Miguel que descubrió 'La tierra baldía', en fotocopias, con apenas 18 años. «En los años 90, cuando Internet no estaba tan extendido, era muy difícil encontrar obras originales de los autores que nos gustaban. Yo leí a Elliot con las fotocopias que me pasó mi amigo Mario España. Coincidíamos en tertulias y reuniones en el Ateneo de Salamanca y allí nos intercambiábamos las cosas que podíamos.Ahora nos parece increíble, pero en los 90 había una precariedad enorme para acceder a ciertos contenidos culturales».
Su pulsión por la escritura comenzó al terminar el Bachillerato, cuando comenzó a leer a los poetas de la Generación del 27. Cernuda. Dámaso Alonso. «Algo se conectó o desconectó en mí que me animó a escribir mi propia experiencia», asegura Díaz San Miguel.
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