Jesús Hilera trabaja el vacío desde su taller de Tudela de Duero
El escultor expone su última serie de trabajos en el Palacio Pimentel
«La escultura, desde un punto de vista clásico, se ha centrado más en el exterior de la obra. Yo quiero mirarla desde dentro», asegura Jesús Hilera, escultor bilbaíno, afincado desde hace treinta años en Laguna de Duero y con taller en Tudela. Allí, trabaja piezas de madera, mármol o piedras calizas para extraer la belleza que puede hallarse oculta en el interior de esas formas primarias. La grieta convertida en el centro de la obra.
Los óvalos, cuadrados o rectángulos, una vez trabajados, dan lugar a unos artefactos donde importa lo que no se ve, lo que se ha quitado y extraído, «los interiores abruptos» que se ocultan bajo unas superficies que parecen perfectas. Y el resultado puede visitarse, hasta el próximo 30 de abril, en la sala de exposiciones del Palacio de Pimentel.
Esta sala albergó también 'Fragmentos', su anterior apuesta, del año 2018, donde intentaba «capturar el tiempo y la dirección» de la escultura. Ahora, Hilera indaga en el reverso, en ese vacío de las piezas que, puesto a la vista, es también escultura.
Antes que el concepto, es la pieza, dice el artista. «Cada vez que viajo, hago acopio de materiales. Y a partir de ellos es cuando empiezo a trabajar. A veces pueden pasar meses, hasta años, desde que recojo la pieza hasta que empiezo a trabajar con ella», dice Hilera.
Jesús Hilera (Bilbao, 1979) comenzó en 1996 su formación artística a nivel académico en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios de Valladolid, después de tocar varias especialidades y prácticas en un taller de imaginería religiosa. Se graduó con honores en 2001 en la especialidad de escultura.
La muestra puede visitarse en la sala de exposiciones del Palacio de Pimentel, hasta el 30 de abril. De martes a domingos, de 12:00 a 14:00 y de 19:00 a 21:00 horas.