La UEMC y la Guardia Civil unen sus fuerzas en la lucha contra el consumo de drogas
Especialistas de la Comandancia de Valladolid comparten su experiencia y casos prácticos sobre la clasificación, consumo y tráfico de drogas
Alumnos de los grados de Nutrición, Criminología y Psicología llenaron el salón de actos de la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC) para comprobar con casos reales, los problemas de las drogas que afectan a la seguridad y a la sociedad desde las competencias que afectan a la Guardia Civil.
La profesora de Toxicología de la UEMC y coordinadora de la jornada, Mª Cruz Rey de las Moras, recordó que «se trata de que los alumnos puedan ver la teoría que les damos en las aulas en situaciones cotidianas del trabajo de la Guardia Civil». Una colaboración entre esta Universidad y la Comandancia de Valladolid que «está abierta para cualquier propuesta de comunicación y divulgación», comentó el coronel Andrés Manuel Velarde. El jefe de la Comandancia de Valladolid, con una dilatada experiencia como investigador y coordinador de equipos de investigación, fue el encargado de la primera intervención sobre 'Principales sustancias estupefacientes y aspectos delincuenciales relacionados. Estadística e investigaciones sobre delitos contra el tráfico de drogas y contra la salud pública'.
Partiendo de diferentes definiciones sobre droga concretó el término de acuerdo a la descripción de la OMS y destacó «la generación de dependencia, la necesidad de consumo que se prioriza en relación a otras conductas son el origen de problemas sociales y de salud». A continuación, explicó las diferencias entre drogas blandas y duras, las drogas prohibidas y las que no lo están y enfatizó: «Hay otro elemento esencial que es la adicción, el consumo de drogas en cantidades cada vez mayores, de forma continuada y con intentos de dejarlo sin poder». En esta línea, detalló algunos aspectos fundamentales para quienes tratan con las drogas de abuso prohibidas desde el punto de vista de los consumidores, las repercusiones sociales y los aspectos jurídicos e infracciones penales. Asimismo se refirió al Tratado Internacional de la ONU contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas de 1988, la Lista Amarilla (Lista de Estupefacientes sometidos a Fiscalización Internacional) y la Lista Verde (Lista de Sustancias Psicotrópicas sometidas a Fiscalización Internacional), que establecen el marco legal de trabajo en la lucha contra los estupefacientes.
Operaciones 2023
La Operación Tratadopa, iniciada el año pasado por la Guardia Civil y que concluyó el pasado mes de octubre con la detención de seis asaltantes de viviendas, relacionados de forma directa con el secuestro de un empresario y su familia cuando se dirigían a su vivienda de Tordesillas en febrero de 2022, fue uno de los casos expuestos con la proyección de un imágenes. «En ellas se puede ver la última operación que se ha hecho relativa a actuaciones criminales que se dedican a traficar con sustancias estupefacientes como cocaína y marihuana. Se incautaron diferentes efectos, dinero y todo tipo de armas». Por otro lado, puntualizó que dentro las consideradas como drogas prohibidas, «no todas están completamente prohibidas» de acuerdo con los controles y autorizaciones legales en el caso del consumo médico o de comercio a otros países europeos que en España se hace a través de la AEMPS (Agencia española de medicamentos y productos sanitarios) y bajo el control de la Agencia Europea del Medicamento. En cuanto a las penas por posesión de drogas, el coronel Andrés Manuel Velarde mostró en un cuadro resumen el detalle de las cantidades oficiales que determinan si su posesión se puede considerar tráfico. En el caso de estar en posesión en cifras inferiores a las estipuladas se determina como infracción administrativa.
Para concluir, el jefe de la Comandancia de Valladolid resumió: «Hemos tratado de exponer, desde el ámbito de la droga y la toxicología, cómo interpretamos, cómo actuamos en base a la normativa vigente y cuáles son las herramientas que utilizamos para saber qué son drogas, qué tipo de drogas hay y cómo actuar en cada uno de los casos».
La burundanga y las agresiones por sumisión química
La comandante psicóloga, Elena Romero, abordó durante su intervención las alteraciones conductuales y cognitivas tras el consumo de escopolamina, conocida popularmente como burundanga. Una sustancia que se utiliza en casos de sumisión química y que resulta difícil de detectar en el cuerpo transcurridas unas ocho horas desde su ingesta.
Con la base de un caso real ocurrido en Granada en el año 2013, Romero hizo partícipes a los alumnos de las conclusiones formulando preguntas durante su exposición para dirigir la atención de los estudiantes hacia a los aspectos más relevantes del caso. «¿Os cuadra con lo explicado? La víctima no recuerda, tiene 'flashbacks' sobre unas relaciones sexuales, pero no sabe qué ha pasado, recuerda pequeños fragmentos. Además, tenemos el perfil del agresor, varón joven, con antecedentes penales», cuestiona tras haber desgranado previamente la situación. En España, indicó la psicóloga, «los casos probados de escopolamina son muy reducidos. Se da en mayor cantidad en los países latinoamericanos». Son casos, reconoce, que generan «un gran revuelo mediático», pero en los que hay cierta dificultad en la detección y una falta de protocolos establecidos en los hospitales para la comprobación de la presencia de este tipo de sustancias.
En este caso práctico se presentó un análisis desde el punto de vista de la víctima, del agresor sexual, que clasifica en conocido: «Se aprovecha de una posición de confianza» y desconocido «suele ser lo más habitual, acecha a la víctima» y de los efectos y consecuencias que tiene esta sustancia sobre el organismo. Sobre esta última cuestión las principales consecuencias tras su ingesta son la inacción en todo el cuerpo, la apatía e indiferencia, amnesia anterógrada, 'flashbacks', delirios y alucinaciones, pérdida de secreción glandular generalizada, confusión y desorientación, entre otras.
La ciencia detrás de las pruebas y test de detección de drogas y alcohol
El brigada Francisco Javier Pérez Prieto, perteneciente al Equipo de Atestados del Subsector de Tráfico de Valladolid, y el guardia civil Gregorio Hernández Martínez, componente de la Unidad Orgánica de Policía Judicial, Área del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga, fueron los encargados de realizar la primera de las clases prácticas planteadas para en la jornada. Los expertos explicaron el proceso, funcionamiento y tipos de los distintos dispositivos empleados en la realización de las pruebas de alcoholemia y de drogas a conductores, además de los diferentes test de reactivos para la identificación de sustancias estupefacientes en general. Para llevar a cabo la demostración contaron con la colaboración de la profesora de Toxicología y una de las alumnas de la UEMC, que se prestaron voluntarias a realizar los correspondientes tests, dando negativo en todos los casos. «En principio no tendría que haber ninguna sorpresa », se oyó apuntar entre risas.
En el caso de las pruebas de aire espirado, en un control rutinario, explicó Javier Prieto, «una vez detenido el vehículo se informa de que la negativa a realizar la prueba supone un delito». Recordó que, en caso de dar positivo, el conductor tiene derecho a solicitar a un contraste sanguíneo, que se realizará en un centro médico.
En cuanto a los tipos de test, Gregorio Hernández Martínez mostró el NIK, que consiste en añadir un poco de la sustancia estupefaciente a un sobre de plástico con tres ampollas reactivas que determinan con el color azul o morado si se trata de droga. También las toallitas, el multitest, el test Mistral, multidrogas y el coca test.
Adiestramiento de perros para la identificación de sustancias
El tramo final de la jornada se dedicó a una prueba en exteriores. En el patio central del Campus UEMC se dispusieron en línea una serie de cajas. En una de ellas se ocultaron sustancias estupefacientes y el guardia vivil José Ricardo Lucas Martín, con su perro, mostró cómo actúa el animal en este tipo de controles. «En la primera de las pruebas, vamos a simular que las cajas son maletas, como si estuviéramos en el aeropuerto y el perro se detendrá e indicará cuál es la que tenemos que revisar. El perro actuará de forma pasiva sin arañar», explicó. Y fue dicho y hecho: no dudo mucho el can a la hora de localizar la caja en cuestión. Este procedimiento es habitual en los controles o registros. En la segunda de las pruebas, uno de los asistentes llevaba en el bolsillo oculto un sobre con sustancias estupefacientes. El perro con calma fue paseando entre los estudiantes mientras los olfateaba hasta localizar a la persona cómplice en esta prueba. Tras las simulaciones, se explicó que se adiestran perros para distintas funciones y que en Valladolid hay dos especializados en la detección de drogas y otros dos, en explosivos.
