El salario mensual en Castilla y León es 220 euros más bajo que la media y ha perdido poder adquisitivo
La industria es el sector donde las remuneraciones son más elevadas, el 25% por encima de lo que se cobra en los servicios
El salario bruto mensual de los trabajadores de Castilla y León es 220 euros inferior a la media nacional, lo que sitúa a la región ... como la sexta por la cola en lo que se refiere al sueldo. Pero es que además la comunidad es una de las autonomías donde más poder adquisitivo se ha perdido respecto a 2019, el año inmediatamente anterior a la pandemia.
Es lo que revela el XI Monitor Anual Adecco sobre Salarios, que toma como base la Encuesta Trimestral de Coste Laboral del Instituto Nacional de Estadística (INE) y de su homólogo en la UE, Eurostat. El informe sitúa en 1.768 euros la remuneración que recibieron los ocupados castellanos y leoneses cada mes de 2024, «un nuevo máximo histórico» pero muy alejado del récord de 1.988 que contabiliza para España.
La diferencia se triplica cuando la comparación se hace con el territorio más pujante del país. Se trata de Madrid, donde la cuantía se dispara hasta los 2.367 euros, 599 más que en la región. También hay un abismo (476 euros) en relación al País Vasco, el segundo de la lista, donde escala hasta los 2.244 euros. Y en tercer lugar figura Navarra, con 2.154 (386 euros más que aquí). Son las únicas autonomías, junto con Cataluña, que pueden presumir de superar la barrera de los 2.000 euros.
En el otro extremo aparecen Extremadura y Canarias, que según The Adecco Group Institute empatan como farolillos rojos con 1.642 euros. Justo encima figura Andalucía, con 1.751, y a solo unas monedas de distancia Murcia (1.759 euros) y Castilla-La Mancha (1.760). La siguiente empezando por abajo es Castilla y León, con los 1.768 euros mencionados.
Evolución «más desfavorable»
El estudio también analiza la evolución de este tipo de ingresos a lo largo del tiempo. En relación al año pasado los sueldos han subido el 3,6% en la región, tres décimas por debajo del promedio del 3,9%. Como la subida interanual del Índice de Precios de Consumo (IPC) en la comunidad fue del 2,7%, el resultado es un aumento del poder adquisitivo del 0,9%. En España fue del 1% en el mismo periodo, puesto que la inflación general escaló el 2,8%.
Es una ganancia mínima, pero ganancia al fin. El problema es que no ocurre lo mismo si se echa la vista más atrás, hasta llegar al ejercicio previo a la irrupción del coronavirus. De hecho, el centro de análisis constata que desde 2019 «la evolución del salario promedio castellanoleonés ha sido más desfavorable que la del conjunto de España», con un aumento del 16,4% en contraste con el 17,4% nacional. Si a esto se añade el impacto del IPC, el resultado es que el poder de compra ha caído el 1,8% en esta autonomía frente al 1% que ha bajado en el resto. Hasta el punto de que la pérdida de Castilla y León en los últimos cinco años «es la quinta más profunda entre todas las comunidades, junto a la de La Rioja».
De hecho, únicamente están peor en Cantabria, donde la capacidad de adquirir bienes o servicios con las rentas del trabajo se ha desplomado el 7,3% entre 2019 y 2024; en el País Vasco, con el 4,6% menos; en Canarias, con un recorte del 4,2%, y en Asturias, con el -4,1%. La otra cara de esta realidad son los asalariados de Murcia, a quienes les cunde el 2,9% más su dinero que hace un lustro; los de Baleares, con el 1,6% a su favor; los de Extremadura, con el 0,7%, y por último los de Madrid, con el 0,3%.
Cuantías nunca vistas
Si se examinan los datos por sectores salta a la vista que la industria es el más atractivo de todos. Lo que se pagaba en este ámbito en Castilla y León en 2024 eran 2.111 euros brutos mensuales, cifra que aúpa a la región hasta el séptimo puesto de la tabla aunque aún lejos de la media (2.234). Nos superan Madrid (2.740 euros), País Vasco (2.731), Cataluña (2.447 euros), Asturias (2.420), Navarra (2.369) y, por poco, Cantabria (2.203 euros).
Son cantidades que contrastan con las que se abonan en los servicios, la actividad peor remunerada. Tanto es así, que en esta autonomía un operario manufacturero ingresa el 25% más que alguien que esté contratado en la hostelería o el comercio. Estos últimos deben conformarse con 1.685 euros, la tercera cuantía más reducida de España solo por delante de Extremadura (con 1.634) y Canarias (1.665 euros). No es extraño teniendo en cuenta que el promedio nacional son 1.955.
Entre uno y otro se encuentra la construcción, con 1.746 euros que de nuevo nos posicionan en la parte baja del ranking general, en concreto en el sexto lugar empezando por el final. El promedio de lo que perciben quienes se suben al andamio está en 1.875 y los extremos son Navarra, donde alcanzan los 2.334 euros, y Extremadura, donde se limitan a 1.549.
Eso sí, en los tres casos se trata de las magnitudes más altas en la región desde que se realiza esta estadística, que no tiene en cuenta ni las pagas extraordinarias, ni las horas extras, ni otros conceptos que no sean regulares. A marcar este hito ha contribuido que los sueldos hayan experimentado un crecimiento del 5,6% respecto a 2023 en las fábricas, del 4,8% en las actividades relacionadas con la edificación y del 2,9% en lo que tiene que ver con los servicios, sean de la clase que sean.
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