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El consejero Juan Carlos Suárez-Quiñones. Alberto Mingueza
«No hay futuro empresarial sin la perspectiva ambiental en el modelo de negocio»
Juan Carlos Suárez-Quiñones, Consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio

«No hay futuro empresarial sin la perspectiva ambiental en el modelo de negocio»

El consejero de medio ambiente defiende que la sostenibilidad «no es una opción, es una obligación jurídica»

Andrea Díez

Valladolid

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Jueves, 23 de marzo 2023, 22:02

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Los retos medioambientales se han convertido en un desafío transversal que afecta a todos los ámbitos de la sociedad. Las administraciones públicas juegan un papel relevante presentado políticas que respondan a las problemáticas actuales.

– ¿Qué es para la Junta la sostenibilidad ambiental?

–La sostenibilidad ambiental es un objetivo clave en cualquier ámbito de nuestra actuación; un reto a conseguir y al mismo tiempo una gran oportunidad que debemos aprovechar, cada uno en el ámbito que nos corresponde. Sostenibilidad ambiental no es otra cosa que garantizar la perdurabilidad de un medio ambiente adecuado para esta generación y para las venideras.Nuestro objetivo es hacer de Castilla y León un territorio libre de emisiones de carbono, competitivo e innovador, y que sustente su economía sobre un modelo regenerativo, basado en un uso eficiente de los recursos naturales.

– ¿En qué políticas se está trabajando?

–Desarrollamos y desarrollaremos nuestros postulados en materia de sostenibilidad ambiental, basados en las Estrategias y Acuerdos de Junta en la materia, así como en la normativa vigente y nueva que implantaremos, aplicando sus previsiones en todos los programas y líneas de actuación de la Consejería, no sólo en lo estrictamente ambiental, sino también en otras actividades como el urbanismo, la vivienda, el agua, la energía o los residuos.

– ¿Algún ejemplo que se esté llevando a cabo en esta línea?

–En urbanismo, trabajamos para avanzar hacia ciudades compactas, reduciendo las necesidades de suelo y promoviendo una movilidad sostenible. Impulsamos un programa de construcción de más de 1.100 viviendas colaborativas en alquiler para nuestros jóvenes, con estándares muy exigentes de eficiencia energética. También en edificación, nuestro objetivo es incrementar la eficiencia material y energética de los edificios mediante su regeneración, renovación y rehabilitación Para ello cada año convocamos ayudas a la rehabilitación edificatoria, con las que desde el año 2015 se ha actuado en la mejora de la eficiencia energética y la accesibilidad del entorno de más de 25.000 viviendas. Estamos impulsando el uso de la biomasa forestal, en cuya utilización nuestra Comunidad Autónoma es pionera y referente en su gestión desde hace más de 15 años. En la actual Legislatura pasaremos de 12 redes de calor a 25, incrementando la potencia de generación de 65 MW a 215 MW, ahorrando la emisión a la atmósfera de más de 400.000 toneladas de CO2, abaratando a las familias entre un 30% y 50% de la factura energética.

– Hay por lo tanto un amplio campo en el que seguir trabajando.

–Efectivamente, nosotros también apoyamos proyectos que impulsen la descarbonización y la diversificación energética basada en nuestras propias capacidades y recursos, como la producción de hidrógeno verde, la producción de metanol, la hibridación de fuentes renovables, el almacenamiento energético y, especialmente, aquellos que supongan un aprovechamiento energético de los residuos, en especial, la producción de biogás. Nuevas tecnologías energéticas con las que hibridamos nuestras redes de calor.

– ¿Cómo se aborda la protección medioambiental en los entornos rurales teniendo en cuenta el tamaño de Castilla y León?

–Castilla y León es región rica en recursos naturales y biodiversidad, es una de las autonomías con más superficie Red Natura 2000 de la UE, cuenta con 33 Espacios Naturales Protegidos declarados, 10 Reservas de la Biosfera y es una de las regiones europeas con mayor superficie forestal. Toda esta riqueza natural nos obliga a desarrollar una potente línea de acción en materia de preservación y mejora de nuestro entorno, así como de aprovechamiento de los recursos de este patrimonio natural en clave de sostenibilidad.

Nuestros espacios naturales absorben una parte importante de la gestión de la Consejería (infraestructuras, mantenimiento, visitantes, especies, hábitats…), con instrumentos de ordenación y gestión sostenible, muchos de ellos con certificados de calidad reconocidos a nivel nacional e internacional. En materia de gestión forestal sostenible, somos la Comunidad Autónoma con mayor superficie forestal certificada, con más de 800.000 hectáreas, el 32,5% del total nacional. Un ejemplo claro de aprovechamiento sostenible de nuestros recursos es la biomasa forestal: fuente de energía limpia, autóctona y renovable que tiene indudables beneficios, no sólo energéticos, en cuanto contribuye a la descarbonización de nuestra economía, sino también medioambientales, en cuanto mejora el estado selvícola de los montes, aumentando su resiliencia a los incendios forestales, generando además economía y empleo en extensas áreas rurales.

– ¿Cuáles son los retos o desafíos a medio y largo plazo?

–La sociedad actual se enfrenta hoy a dos grandes desafíos, sin posible comparación con ningún otro, como son los riesgos a los que nos ofrece el clima y la despoblación del medio rural.

Los fenómenos climatológicos extremos que estamos sufriendo incidirán, según indican los escenarios climáticos, en un aumento de la vulnerabilidad a los incendios forestales, menor disponibilidad de agua y pérdida de biodiversidad. Al mismo tiempo, la despoblación del medio rural conlleva la transformación del modelo de gestión del territorio por pérdida de labores tradicionales relacionadas con la agricultura, la ganadería y la silvicultura, lo que conlleva también una transformación del medio y una simplificación de los ecosistemas y por lo tanto pérdida de biodiversidad. Una situación agravada por las políticas del gobierno de España en relación al medio rural, como son la sobreprotección del lobo, la falta de apoyo a la ganadería extensiva y un conjunto de ataques a la forma de vida de nuestros pueblos, que van en sentido contrario a su revitalización y recuperación de un uso del territorio que haga a nuestros bosques más resilientes. La Junta de Castilla y León apuesta por el medio rural, por la calidad de los servicios públicos en nuestros pueblos y por generar actividad económica en nuestro territorio, aprovechando nuestros recursos energéticos, agrarios y forestales entre otros.

– ¿Qué beneficios socioeconómicos y ambientales conlleva el trabajo por la sostenibilidad ambiental?

–Los beneficios de la sostenibilidad son evidentes. Empresas y organizaciones están mejorando sus procesos productivos para reducir su huella de carbono, y sus impactos ambientales de todo tipo, y esto mejora nuestro entorno y nuestra calidad de vida.

Además, genera importantes beneficios socioeconómicos pues hace a las empresas más competitivas y genera actividad y empleo en nuevos nichos de negocio, especialmente en el medio rural. En la actualidad, la reactivación económica, sólo será posible si asentamos nuestra competitividad en bases sólidas, orientadas hacia un modelo de economía circular, que sin duda contribuirá a generar nuevos modelos de actividad económica y empleo.

– ¿Existe una conciencia social respecto a la economía circular?

–La sociedad actual es consciente de que no es posible un desarrollo económico y social sin un adecuado equilibrio con los aspectos medioambientales.

La Unión Europea inició en 2015 un camino sin retorno hacia un modelo productivo más respetuoso con el entorno que, al mismo tiempo, genere nuevas oportunidades de trabajo y nuevos nichos de mercado. Debemos asumir la necesidad de una transformación profunda y acelerada de nuestra economía, de nuestra forma de producir y de consumir, desde una economía lineal hacia una economía circular. Las administraciones públicas tenemos que hacer partícipe a toda la sociedad de esta necesidad y de estos objetivos: modificando nuestra forma de actuar, apoyando proyectos estratégicos, estableciendo prioridades adecuadas en nuestras políticas y, sobre todo, profundizando en la formación ambiental de nuestras empresas y ciudadanos.

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