El escaño 82: Cuentas y cuentos
«Ya está dando que hablar el presupuesto estatal para 2023. Y el de la Junta, primero de PP y Vox, está al caer»
Los presupuestos del Estado para 2023, los de Pedro Sánchez y Yolanda Díaz y Unidas Podemos, proyectan sobre Castilla y León apuestas y olvidos. Apuestan, ... por ejemplo, por la Autovía del Duero (con 102,6 millones de euros de los que la mitad asfaltarán el tramo eterno entre Valladolid y Peñafiel) y olvidan la Valladolid-León. Meten dinero para el despegue del Ave entre Palencia y Santander, con 92 millones de euros, o en el acuartelamiento zamorano de Monte la Reina, con 20 millones para avanzar en un destacamento que llevará a Toro 1.400 soldados, pero mantienen el régimen dieta dura para la Ciudad de la Justicia, de Valladolid, proyecto que no logra salir de la 'pedrea' presupuestaria. 200.000 euros consignados de un total de 7 millones que requiere. En esos 200.000 euros ve la delegada del Gobierno, Virginia Barcones, un respaldo «rotundo», mientras que para el alcalde Óscar Puente, compañero de partido, son «una tomadura de pelo» .
Valen como muestra de un montante estatal para inversiones que baja un 4,2% respecto a este año en Castilla y León, cuando crece en 15 de las 17 autonomías. Ese recorte tiene difícil explicación en un presupuesto expansivo, donde los ingresos cabalgan a lomos de los fondos europeos de recuperación y el aumento de recaudación, en buena medida, fruto de la tremenda inflación y el encarecimiento general de productos a los que se aplica el IVA.
Un presupuesto público es una declaración de intenciones aderezada con cohetes de fuego fatuo. Esa pirotecnia presupuestaria se concentra en las inversiones. Partidas testimoniales o que no se ejecutan y se repiten un año tras otro. En Castilla y León, el presupuesto para infraestructuras ha sido de récord en los últimos lustros. ¿Prueba del compromiso de Zapatero, Rajoy o Sánchez? Más bien por el efecto mapa. España ha apostado por el tren veloz y somos tierra de paso hacia Galicia, Asturias, País Vasco... Los túneles de Pajares han sido un pozo sin fondo y esa millonada, que ha engordado la partida para infraestructuras de la que han presumido por etapas dirigentes del PP y del PSOE en Castilla y León, según quien gobernara en La Moncloa, ha contabilizado formalmente como inversión en León, pero es dinero que juega a beneficio de Asturias.
Eso, cuando se invierte lo consignado. No siempre es así. El presupuesto, como indica el término, pre-supone gastos y pre-supone ingresos. Lo único que de inicio se sabe que se abonará religiosamente son las amortizaciones y los intereses de la deuda y las nóminas del personal y las pensiones. La ejecución de todo lo demás dependerá de lo acertada que sea la previsión de ingresos, de la seriedad de quien gestiona y de las prioridades que marca. En las cuentas estatales hay dos apuestas claras para un año con urnas en ciernes como es 2023: los pensionistas y la revalorización del 8,5% de su paga y los empleados públicos. Estos percibirán una paga antes de fin de año con el 1,5% de su retribución y las cuentas del próximo prevén un incremento salarial de hasta el 3,5%, dentro de un acuerdo para llegar al 9,5% entre 2022 y 2024.
De los 2.383.000 empadronados en Castilla y León, 584.400 son mayores de 65 años y hay 167.000, empleados públicos. Esas prioridades presupuestarias repercuten en el 31,5% del padrón autonómico. El proyecto da respaldo a otras medidas que inciden en la comunidad, como la declaración de obligación de servicio público de trece líneas de tren de alta velocidad y media distancia. Eso permitirá a usuarios habituales acogerse a bonos que reducirán a la mitad el coste de los viajes.
Con su parte de cuentas y de cuentos, ya está dando que hablar el presupuesto estatal para 2023. Y el de la Junta, primero de PP y Vox, está al caer.
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