Confidencias matinales

Con el tono sosegado que lleva a gala, Mañueco recogió el guante y admitió que hacer revelaciones «está de moda». Y con retranca, deslizó su primera confesión: no usa gafas desde que se ha «operado de la vista», y esto hace que las ojeras se le noten más. Ojeras que se han acentuado, dijo, después de «casi una semana sin dormir bien, como el 95% de los españoles». Irónica alusión al pacto para un futuro Gobierno de coalición entre los líderes del PSOEy UP, rebautizados (¿involuntariamente?) por Ortiz como «Pablo Sánchez», fusión que generó la sonrisa general.

Tanto en aquella conversación como ayer el presidente reivindicó la moderación, el consenso y el diálogo como valores que defiende y practica. Lo hizo ante representantes de los empresarios, los sindicatos y políticos de distintos colores. Por supuesto del Partido Popular, el suyo, algunos llegados de tan lejos como el alcalde de Plasencia (Cáceres), Fernando Pizarro, con quien se fundió en un abrazo. Tan cordial como el que le dio al socialista Jesús Quijano, el invitado con el que más tiempo estuvo departiendo. Cerca, el presidente de las Cortes y dirigente de Ciudadanos, Luis Fuentes, y seis consejeros de la Junta: cuatro del PP (los de la Presidencia; Economía y Hacienda; Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, y Familia e Igualdad de Oportunidades) y dos de Ciudadanos (los de Empleo e Industria y Sanidad). Con estos últimos se mostró especialmente atento, hasta el punto de agradecer su presencia a Verónica Casado y citarla en cuatro ocasiones.

Además el presidente tuvo guiños verbales para la exministra Isabel García Tejerina; la diputada y exconsejera Alicia García; la sucesora de esta al frente de la Consejería de Familia, Isabel Blanco, aquejada de un importante resfriado; el presidente de la patronal Cecale, Santiago Aparicio, e incluso la ciudad de Valladolid, «una tierra muy importante porque es la tierra de mi madre», según manifestó entre risas.

Y cerró su intervención con otra confidencia. Mantiene el contacto con Mariano Rajoy y habla «con bastante frecuencia» con Juan Vicente Herrera. «Sus consejos particulares para mí, de los dos, han sido fundamentales estos meses», reconoció. Antes de marcharse, tras media hora larga de saludos, aprovechó para despachar asuntos de actualidad con el consejero Carlos Fernández Carriedo. Y para hacerse fotos de recuerdo: con el alcalde de Villalón y flamante nuevo diputado, por ejemplo.