40.000 contratos indefinidos en tres meses, más del doble que en 2021
Suponen el 22% de todos los formalizados hasta marzo y más de la mitad son a jornada completa
Desde el 1 de abril las empresas no pueden realizar contrataciones por obra y servicio. De enero a marzo aún lo podían hacer con ... una duración máxima de seis meses, pero a partir de ahora, los contratos son por defecto indefinidos y los temporales se permiten solo por circunstancias de la producción o por sustitución. En este periodo transitorio, las contrataciones con vocación de estabilidad se han disparado en toda España y Castilla y León no ha sido excepción. De enero a marzo se han firmado casi 40.000 contratos indefinidos, más del doble que en el mismo periodo de 2021. Suponen uno de cada cinco formalizados y más de la mitad son a jornada completa.
Cada mes se sellan en la comunidad decenas de miles de contratos de todas las duraciones, la mayoría eventuales. En los últimos años, las cifras han oscilado entre los 200.000 rubricados en el primer trimestre de 2018 y los 155.000 del año pasado. Hace cuatro años, eran contrataciones de carácter indefinido el 10% y en 2021 lo fueron el 11%. De ahí no se pasaba desde antes de la crisis de 2008. La reforma laboral pactada entre el Gobierno, la patronal y los sindicatos ha revertido esta tendencia a las primeras de cambio.
Las cifras son elocuentes: 180.832 contratos firmados de enero a marzo, de los cuales fueron indefinidos 39.709, es decir el 21,9%. El año pasado lo fueron el 11,5%. En el conjunto de España la progresión ha sido similar, del 11,8% al 22,6%. Del total de contrataciones, algo más de la mitad son a jornada completa, un tercio a jornada parcial y algo más del 10% son indefinidos fijos discontinuos.
El 45% de las contrataciones fijas registradas en 2022 se formalizaron en marzo
De modo que los contratos temporales (141.123 se han formalizado en el primer trimestre, el 78% del total) solo se pueden ya utilizar para cubrir incrementos ocasionales e imprevisibles de producción que generen un desajuste temporal entre la plantilla estable disponible y la que se requiere. Su duración será de hasta seis meses, ampliables a un año si se pacta en el convenio. Esta modalidad tiene un apartado para atender situaciones ocasionales previsibles de duración reducida y delimitada: en este caso se limita este contrato por empresa a 90 días al año de manera no continuada. Hay motivo por el que se pueden firmar contratos temporales: para sustituir a trabajadores de baja o en excedencia.
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Los indefinidos pueden serlo a jornada completa o parcial, o bien tener un contrato fijo discontinuo, la modalidad que ya se erige en otras comunidades como la alternativa al vacío dejado por la desaparición del temporal por obra y servicio. Los trabajadores con este tipo de contratos tienen asignadas tareas de carácter estacional vinculadas a actividades de temporada o para actividades intermitentes. En el conjunto de España suponen el 20% del total de indefinidos, un porcentaje que en la comunidad se queda de momento en el 12%.
Una reforma de utilidad inmediata
En opinión de los sindicatos el efecto inmediato de la limitación a los contratos temporales es la prueba de que las empresas abusaban de esta modalidad de forma injustificada. Los dos firmantes de la reforma, CC OO y UGT, se felicitan por que la eventualidad se sitúe en cifras homologables con Europa. Destacan las centrales que con los acuerdos sobre la reforma laboral y las pensiones, así como la subida del Salario Mínimo Interprofesional «van mejorando las condiciones de trabajo y reduciéndose la precariedad». En cuanto a la patronal, su presidente Santiago Aparicio declaraba el pasado lunes a El Norte que aun cuando «la economía no está ni mucho menos como en 2019, parece que la reforma laboral ha venido a potenciar de alguna manera la contratación indefinida y, en este sentido, la reforma ha sido útil». «Puede parecer una paradoja que el empleo tenga cifras tan positivas, pero lo que demuestra es que el empresario tiene esperanzas de que esto mejore y mantiene el empleo, no quiere perder a la gente buena y formada y va a aguantar, esperando que esto cambie lo antes posible», manifestaba.
Ese casi 22% de contratos indefinidos firmados en la comunidad en el primer trimestre presenta un rango bastante amplio en el detalle provincial. Mientras en León alcanza el 28,4%, en Palencia se queda en el 13%. Salamanca y Ávila pasan del 24% y Soria, del 23%. Valladolid se sitúa con una cuota del 22% y Zamora la roza; mientras que Burgos con el 19% y Segovia con el 18% no llegan a la media española.
Solo en el mes de marzo, en Castilla y León se registraron 63.280 contratos, de los cuales 17.927 fueron indefinidos (28,3% frente al 30,7% de toda España). El 45% de las contrataciones fijas registradas en 2022 se formalizaron en marzo. En términos anuales, el número de contratos indefinidos aumentó en 10.043 (127,3%). La variación porcentual de la contratación indefinida se triplicó con creces en la Agricultura mientras que, por sectores, el porcentaje de contratos indefinidos respecto del total aumentó, especialmente, en Construcción y Servicios.
La reforma laboral guarda un apartado para el sector de la Construcción, cuyos contratos se presumen concertados por tiempo indefinido incluso en los casos en que tengan por objeto tareas o servicios cuya finalidad y resultado estén vinculados a una obra. Una vez finalizada, la empresa deberá ofrecer una propuesta de recolocación y si el trabajador la rechaza o no hay posibilidad, se produce la extinción del contrato, con una indemnización del 7% del salario.
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