Castilla y León, una de las cuatro comunidades donde el paro juvenil repuntó en 2023

Las tasas de paro por grupos de edad muestran que el más afectado es el que se encuentra entre los 16 y los 19 años, donde el porcentaje de parados alcanza el 35%. El siguiente grupo con la mayor tasa de desempleo es el de 20 a 24 años, con el 25%. En el resto de tramos etarios que recoge la estadística, de 25 a 54 años y de 55 en adelante, la tasa de paro es del 8% en ambos casos. En rasgos generales, Castilla y León redujo la tasa de paro en 2023 hasta el 9,59%, aunque aumentó de forma muy leve en las mujeres en menos de una décima. Pero los más afectados son el colectivo de entre 16 a 19 años, donde las tasas de paro tanto de hombres como de mujeres alcanzaron el 35% en 2023.

Hay varios puntos a destacar en el perfil de los parados de Castilla y León. Uno de ellos es la importancia de los de larga duración, que suponen el 26% del total. Uno de cada cuatro personas sin trabajo en la comunidad lleva más de dos años buscando empleo sin éxito, mientras que uno de cada diez comenzaron su búsqueda de trabajo hace menos de un mes. Las personas que no encuentran trabajo desde hace un año alcanzan el 15%. En general, el 38% de los parados de la comunidad comenzó su búsqueda hace menos de seis meses, la mayoría de ellos entre hace uno y tres. Mientras, el 41% de los parados de la comunidad quiere trabajar desde hace más de un año.

Castilla y León es una de las tres comunidades autónomas que redujeron sus tasas de empleo en 2023, como se desprende de los datos de la EPA. La región redujo levemente su tasa de empleo del 49,63% al 49,45%, mientras que en términos absolutos las personas que trabajan aumentaron en 600 personas, según el INE. Son datos que confirman la estabilidad de las diferentes variables que analiza la Encuesta de Población Activa después de sufrir los efectos de la pandemia, que afectó negativamente a la estadística en 2020 y que produjo el efecto inverso en 2021.

Frente al total de la población ocupada, el 87% de los trabajadores de la comunidad tienen un trabajo con jornada a tiempo completo, mientras que el 13% la tiene a tiempo parcial. Durante el último lustro apenas se aprecian diferencias significativas en estos parámetros, que han aumentado y disminuido el 1,8% respectivamente. La subida de uno supone el descenso del otro. Respecto a los ocupados por sector económico en Castilla y León, la mayoría de los trabajadores en 2023 tenian puestos en servicios -el 70,5%- que sufre un ligero descenso respecto a 2022 que rompe una tendencia al alza iniciada 2018. Una bajada que también se vive en la agricultura, mientras que aumentan las personas que trabajan en el sector de la industria -primera subida desde 2018- y de la construcción -primera desde 2019-.

Los datos de la EPA también reflejan que el 25,4% de los asalariados de la comunidad pertenecen al sector público (el 19,9% en la media nacional) frente al 74,6% del privado.

La tasa de actividad de Castilla y León se redujo en 2023 de forma leve, hasta el 54% y contrastando con el panorama nacional, donde aumentó para casi alcanzar el 59%. Esta estadística, donde entran las personas mayores de 16 años que trabajan o están en búsqueda activa de un empleo, mantenía un ascenso continuado desde 2020, cuando se redujo considerablemente a raíz del descenso de ocupados a causa de la pandemia. En términos totales, los activos en la comunidad pasaron a ser 1.114.900 personas. Son apenas 1.600 menos que en 2022.

La tasa de actividad de Castilla y León también muestra que la población extranjera de la comunidad que trabaja o busca empleo es mayor que la española. Los datos de 2023 reflejan una tasa de actividad del 73% para los extranjeros en la región, frente al 53% de los españoles. También hay diferencias claras entre sexos. En 2023, la tasa de actividad en hombres fue del 59% y en mujeres del 49%. Son niveles similares a los de los últimos cinco años, cuando han oscilado en los mismos porcentajes, apenas variando en dos puntos porcentuales. Las diferencias entres sexos son más significativas en el caso de los extranjeros, donde la tasa de actividad de los hombres es del 80% frente al 66% de las mujeres.

La mayoría de los activos de Castilla y León corresponden a personas con estudios superiores, que suponen el 43% del total. El 26% han superado la primera etapa de Educación Secundaria, mientras que el 13% ha sobrepasado la segunda y otros tantos tienen aprobados grados de formación profesional. En el punto opuesto, la mayoría de los parados de Castilla y León tienen estudios superiores, el 32%, seguidos de cerca de los que han completado la primera etapa de la Educación Secundaria, que representan el 31% de los parados.

Frente a los activos, los inactivos. En Castilla y León, el número total de personas que se enmarcan en este grupo, donde están todos los mayores de 16 o más años que no trabajan ni están en el paro alcanza los 923.700. La mayoría son jubilados, que suponen el 45% del total. También entran en este grupo personas que realizan labores del hogar, que alcanzan el 21%. El 16% de estas personas son estudiantes, el porcentaje más alto de la serie que recoge el Instituto Nacional de Estadística. Para concretar el resto, el 4% son personas incapacitadas permanentemente y el 11% corresponde con quienes perciben una pensión distinta a la de la jubilación. El resto se enmarcan con otros motivos que no se especifican. Las propias características de los inactivos hacen que el grueso de la población que se encuentra en esta situación sean personas mayores de 65 años, donde está el 62% de los inactivos, los jubilados.

El panorama con el que cerró 2023 sirve de excusa para mencionar los efectos de la reforma laboral en la comunidad, cuando se cumplen dos años de la entrada en vigor de la norma. En este aspecto, también atendiendo al INE, el número de asalariados con contrato indefinido se disparó en todas las provincias de Castilla y León. En total, el número de asalariados se situó en 842.500 personas, de los que 700.800 tenían contrato indefinido y 141.700 uno temporal.