Castilla y León se confina con disciplina férrea, dice Google
La multinacional presenta la movilidad en tiempos del Covid-19 en 130 países, desgranada por comunidades autónomas
España se confina bien, para ser la primera vez que frena en seco la economía. Y Castilla y León, dentro de esa media, cumple con disciplina férrea los mandatos gubernamentales, más allá de las sanciones nuestras de cada día, que incluyen al que se salta el estado de alarma para alguna tontería que le cuesta una buena multa. Google, que tiene los datos de miles de millones de personas en todo el planeta, ha mostrado su poderío tecnológico con un estudio en el que analiza cómo ha variado la movilidad por el coronavirus en 130 países del orbe. El resultado es que el 8 de marzo, ese 8 de marzo que parece el culpable de todos los males, hubo un pequeño pico sobre la media habitual, pero menor, por ejemplo, que el del 16 de febrero en todo lo relativo a salir de compras, al cine, a comer fuera, al teatro, al museo... Lo que Google llama 'Retail and Recreation'. A partir de mediados de semana empezó a decaer considerablemente y para cuando llegó el estado de alarma ya estaba todo bajo mínimos, en niveles que se han mantenido hasta la fecha: con un descenso del 94% respecto a lo habitual.
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Las compras en farmacias y en alimentación también han bajado, pero eso sí, después de un incremento brutal de cerca del 35% los días anteriores al decreto de confinamiento. Cuando se montaron las grandes colas en los supermercados y desaparecieron el jabón de manos, el papel higiénico y el gel hidroalcohólico. A partir de ahí, desplome con algún repunte y una bajada, a 29 de marzo, del 78% respecto a la media normal.
Las salidas a los parques y plazas mantienen la actividad de quienes bajan al perro un rato y poco más. La caída es del 84%, algo menor que en el resto de España, que registra un bajón del 89%. Quizá tenga que ver, aquí, que el modo de vida urbanita se complementa en Castilla y León con un medio rural más propicio para poder salir a dar una vuelta sin encontrarte a nadie y demorar un poco las necesidades fisiológicas del perro.
El transporte público cayó un 89% en Castilla y León, mientras que los desplazamientos al trabajo lo hicieron en un 62%, algo menos que la media española del 64%.
Los movimientos alrededor de la residencia habitual se incrementaron un 22% y se explica por las salidas a comprar desde el propio domicilio, por ejemplo. La subida, pequeña en comparación con las caídas del resto de desplazamientos, indica que los ciudadanos de Castilla y León intentan espaciar sus compras, por ejemplo.
Francesc Pujol, profesor de Economía en la Universidad de Navarra, sostiene que estos datos permiten gestionar mejor las medidas que se toman desde el Gobierno. Así, apunta respecto a la decisión de frenar las actividades «no esenciales»: «Movilidad de viajeros (metro, estaciones): caída del 88%. Costó en los primeros días del estado de alarma. ¿Es necesario bajar más esa movilidad con la suspensión de actividades no esenciales? El menos, se puede medir». Es decir, que la herramienta permite conocer si las medidas son suficientes y hay que endurecerlas o si, por el contrario, se pude conservar una cierta actividad económica, aunque sea no esencial, porque no tiene especial incidencia sobre los movimientos de la población y, por ende, los contagios.
1. ¡Esto es un bombazo!
Francesc Pujol (@NewsReputation) April 3, 2020
Google ha hecho análisis específico de pautas de movilidad desde el 15 de febrero, para mostrar el impacto real de las distintas medidas de confinamiento: muestran los datos para 130 países, y por región. Es una locura.https://t.co/bLLZhsCo1a