Castilla y León acelerará el crecimiento en 2022 al 5,3% pese a la «elevada incertidumbre», según Unicaja
Las previsiones económicas del servicio de estudios de la entidad esperan una tasa de paro en el promedio del año del 11,4%
Parecido a 2021 es cómo pinta el servicio de estudios de Unicaja Banco el panorama económico de la comunidad en 2022. El Producto Interior Bruto ( ... PIB) regional podría haber crecido en 2021 el 5%, con un aumento del empleo del 1,2%, hasta dejar la tasa de paro en el 11,8%; mientras que en el año en curso la entidad prevé un crecimiento del PIB del 5,3%, con un incremento del empleo, en el promedio del año, del 1,1% y una tasa de paro del 11,4%.
En cualquier caso, Analistas Económicos de Andalucía, sociedad de estudios del Grupo Unicaja Banco, prevé que la economía de Castilla y León intensifique su ritmo de crecimiento, siempre que no lo impida el «contexto de elevada incertidumbre por diversos factores» en que se encuentra sumida la economía mundial. El estudio cita las nuevas variantes del virus, los estrangulamientos en las cadenas de producción y el incremento de precios y costes como las principales amenazas en el futuro inmediato.
Ni la Junta ni el INE han hecho aún el dato oficial de crecimiento de la comunidad en 2022, pero según dijo en noviembre el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, la comunidad estaba «en condiciones de cumplir con las previsiones presupuestarias de 2021 y terminar el año con un crecimiento conjunto del 5,6%».
Con el empleo manteniendo el pulso -la tasa de paro bajará según esta previsión 0,4 puntos porcentuales respecto de la estimada para 2021-, el consumo privado y la inversión seguirán tirando del crecimiento y podrían registrar tasas mayores que en 2021, del 5,2% y 6,9%, respectivamente. Además, el crecimiento por sectores será generalizado, con mejoras más elevadas para la construcción (5,8%) y el sector servicios (5,6%). Por otro lado, se prevé que el empleo crezca un 1,1% en el promedio de 2022.
Después de la pérdida de impulso sufrida por la actividad comercial y productiva en el último tramo de 2021 por la aparición de la variante ómicron, así como por los desequilibrios derivados de las tensiones en las cadenas de producción globales y el encarecimiento de las materias primas y demás bienes intermedios, la OCDE ha estimado que el crecimiento anual de la economía mundial se habrá situado en el 5,6%, mientras que para 2022 prevé que el PIB avance un 4,5%.
La economía regional encaró el último tramo del año 2021 con un crecimiento del PIB del 1,4%, según la Contabilidad Regional de la Junta, y con la producción un 2,8% inferior a la existente en el cuarto trimestre de 2019. La aportación de la demanda interna fue en el tercer trimestre 1,8 puntos porcentuales, sobre todo por el gasto de las Administraciones Públicas. El sector exterior aportó 1,2 puntos porcentuales.
El sector servicios registró el mayor crecimiento en el trimestre de verano (4,6%), principalmente por los servicios de mercado; la construcción avanzó el 2,2%; mientras que el sector agrario (-4,5%) y la industria manufacturera (-0,7%), disminuyeron.
En 2022
Aún sin datos del cuarto trimestre de 2021, Unicaja Banco calcula que el PIB de Castilla y León podría cerrar 2021 con un crecimiento del 5%, dos puntos inferior al estimado en septiembre. El crecimiento del consumo de los hogares y de la inversión estimado para el conjunto de 2021 es ahora menor, en concreto del 4,8% y 6,7%, respectivamente, mientras, por el contrario, el incremento del gasto en consumo de las Administraciones Públicas sería superior, del 3,1%. La mejoría sería generalizada, con excepción del sector agrario (-3,4%), con el sector industrial (6,3%) como el más destacado.
En el conjunto de 2022, los expertos esperan de Castilla y León intensifique ligeramente su ritmo de crecimiento, al 5,3%, una décima menos de lo estimado en septiembre. Con la salvedad que introduce la «elevada incertidumbre», Unicaja prevé que el consumo privado y la inversión podrían crecer a mayor ritmo que en 2021, con tasas del 5,2% y 6,9%, respectivamente, y el consumo público moderaría su ritmo de aumento hasta el 2%. Por sectores, las tasas de incremento más elevadas serían en la construcción (5,8%) y el sector servicios (5,6%).
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