Los peques y los barrios disfrutan la cara B del carnaval

Era un día como raro. Tan raro como un lunes sin clase, vaya. «¿Y qué hago con los niños?». Esa pregunta que ronda a los padres utópico-conciliadores, que pretenden tener trabajo y crianza al mismo tiempo, como malabaristas modernos. Pues para todos ellos el Ayuntamiento había programado talleres de todo lo imaginable. Que si pintacaras aquí, cuentacuentos acá, una chocolatada en La Victoria, una obra de teatro en el centro, globoflexia... Lástima del taller de tiempoflexia. Quién sabe, quizá el año próximo.

El caso es que las actividades de los barrios parecen haber cuajado en este año de carnaval extensivo más allá de la Cúpula del Milenio. Que sí, que il cuppulone vallisoletano todavía es el centro carnavalesco, que con esta meteorología traidora más vale prevenir, pero la plaza de la Paz, en La Victoria, no le fue a la zaga. Las decenas de niños disfrazados tuvieron que combatir el frío con un vasito de chocolate caliente -se prepararon cien litros-, pero por lo que parece no le pusieron muchos remilgos.

También hubo magos. Y títeres. Aunque en este caso menos satíricos, o más adaptados a la edad de los asistentes, que los del carnaval madrileño. Por lo menos, aquí nadie llamó a la Policía para quejarse, que se sepa.

Quizá es porque como demostró luego Ana Redondo, concejala de Cultura y Turismo, el Ayuntamiento de Valladolid es más previsor que el madrileño. La propia edil comenzó ya a desgranar el balance del carnaval 2016 -que acabará hoy- y alguna de las novedades del año próximo. Así, explicó que se está planteando la posibilidad de celebrar un concurso de disfraces «solo para bebés, porque los más pequeños concitan a toda la familia en torno a un disfraz».

Ya lo dijo el niño vestido de enorme bote de palomitas el domingo, a preguntas de la presentadora del evento: «Lo del disfraz es un trabajo que hacemos en familia».

La concejala mostró su satisfacción por la respuesta ciudadana a los concursos de disfraces de la Cúpula del Milenio, así como al resto de actividades programadas. «Han sido perfectamente apoyadas por los ciudadanos», explicó, según informa Europa Press. «Hay mucha gente tanto en la Cúpula como en los centros cívicos o de mayores. Sin ser una fiesta muy enraizada en los vallisoletanos, cada año con estas propuestas va a ser más seguida», vaticinó.

La respuesta de los barrios ha sido otra de las cosas que anima a los responsables del Ayuntamiento a mantener en próximas ediciones esa apuesta por extender la fiesta a todo el municipio.