Castilla y León

Alrededor de 9.000 personas salen a las calles para reivindicar la reducción de la jornada laboral

Alrededor de 9.000 personas salieron este mediodía a las calles de las principales ciudades de Castilla y León para celebrar el Día Internacional de los Trabajadores y reivindicar, en el caso de España, la reducción de la jornada laboral, que el Gobierno aprobará previsiblemente en su próximo Consejo de Ministros pero que tendrá que ser ratificada por las Cortes Generales.

Las marchas estuvieron convocadas por los sindicatos más representativos en la Comunidad, UGT y CCOO, que coincidieron en señalar las protestas como una magnífica oportunidad para defender «los derechos conquistados» frente a la «ola reaccionaria» que está teniendo lugar en buena parte de los países occidentales y que ejemplificaron con la figura del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y los aranceles que ha planteado poner a la gran mayoría de los países del mundo.

En Valladolid, donde se concentraron alrededor de 4.000 personas, según datos de la Delegación de Gobierno recabados por Ical, encabezaron la manifestación los secretarios generales de UGT y CCOO en Castilla y León, Óscar Lobo y Vicente Andrés respectivamente, así como la ministra de Igualdad del Gobierno, Ana Redondo, que defendió el modelo económico del Ejecutivo nacional como «faro en el que se miran muchas de las economías del mundo avanzado».

Por su parte, Andrés consideró como objetivo principal de las protestas conseguir que las formaciones con presencia en el Congreso apoyen la reducción de la jornada laboral, y pidió por ello una «reflexión» al Partido Popular para «revisar su posición», ya anunciada como contraria a la reforma, porque según el secretario autonómico de CCOO «no pueden estar siempre en contra de los avances de la gente trabajadora».

Lobo coincidió con su homólogo y desde UGT recordó que la reivindicación para que la jornada laboral se sitúe en las 37 horas y media «es un clamor» social para que los trabajadores «mejoren su calidad de vida» en un momento propicio ya que «la situación económica del país beneficia y las empresas alcanzan cifras récord» de beneficios.

En la misma línea se movieron las reivindicaciones en Salamanca, donde la Delegación del Gobierno cifra el número de participantes en torno a 1.200, y en León, en cuya manifestación se concentraron alrededor de 1.300, y donde también las peticiones por la mejora de la situación en la provincia centraron las reivindicaciones.

Así, el secretario provincial de UGT, Enrique Reguero, aseguró que «León vive un drama y una falta de recursos importantes por parte de todas las administraciones, para lo que los sindicatos trabajamos con el Gobierno autonómico y con el central para sacar adelante proyectos que estaban en el olvido» a través de un Plan de Emergencia de Inversión Pública en la provincia.

En esta misma línea, su homóloga en Comisiones Obreras León, Elena Blasco, pidió «responsabilidad y altura de miras» a las administraciones «para que desarrollen el Diálogo Social que corrija las desigualdades», pero también al ámbito empresarial para que «desbloquee la negociación colectiva que tiene paralizadas a miles de personas». La manifestación también sirvió para homenajear a los cinco mineros leoneses fallecidos en la mina de Cerredo, en el concejo asturiano de Degaña.

La petición de la reducción de la jornada laboral hasta las 37 horas y media también marcó el resto de concentraciones por este Primero de Mayo en la Comunidad, con una participación que en el resto de capitales de provincia estuvo entre los 270 asistentes en Soria y los 600 de Burgos, con 400 en Segovia, con 300 en Palencia y 360 en Ávila, según confirmó a Ical la Delegación del Gobierno en Castilla y León.

En la capital soriana estuvo presente el nuevo secretario general del PSOECyL, Carlos Martínez, que pidió a la Junta que «garantice los derechos de todos sus trabajadores» en la Comunidad, ya que «parece increíble» que en los últimos cinco años, Castilla y León haya perdido 350 profesionales en Sanidad.

En Zamora, donde se concentraron en torno a medio millar de personas, las principales reivindicaciones, además de la reducción de la jornada laboral, vinieron por la necesidad de mantener los derechos adquiridos y recortar la brecha salarial entre hombres y mujeres, mientras que en Ávila, CCOO y UGT animaron a trabajadores y afiliados a «continuar con las luchas que están abiertas».

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