Por primera vez los agricultores y la industria regularán el sector de la patata

Después de una campaña «desastrosa», la de 2014, en la que los productores de patata de Castilla y León calculan que perdieron 3.000 euros por hectárea por el desplome de los precios, parece que el sector está en vísperas de encontrar una solución a medio y largo plazo, no un parche coyuntural, que es lo que ha habido hasta ahora en España y también en la región. La consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, anunció ayer que el Consejo de Gobierno de este jueves aprobará el decreto que regula la interprofesional de la patata, como estaba previsto en la Ley Agraria que vio la luz hace un año en la comunidad autónoma.

Ahora bien, la consejera fue contundente a la hora de recordar que para que funcione esta importante herramienta todos los actores implicados en el sector de la patata productores, envasadores, comercializadores y distribuidores, tienen que autorregularse y diseñar la estructura necesaria.

En este sentido, puso como ejemplo a seguir la interprofesional de la patata de Francia, que ayer se analizó durante la jornada AgroHorizonte 2020, desarrollada durante toda la mañana en el AC Palacio de Santa Ana de Valladolid. Un modelo que se puso en marcha en 1977 para el que la calidad es uno de sus principales objetivos. Patrick Trillon, el productor y presidente de la Interprofesional Francesa de la Patata (CNIPT), dio las claves del funcionamiento de un sistema en el que están representados los productores, las organizaciones agrarias, las cooperativas, los comercializadores y los distribuidores.

«Desde la Junta vamos a apoyar a cada uno de los eslabones de la cadena para que podáis cumplir los requisitos», afirmó, antes de añadir que «para llegar a una acuerdo todos tenemos que ceder en parte de nuestros intereses para que en el futuro nos podamos beneficiar todos».

De esta manera, Castilla y León se convertirá en la primera comunidad autónoma española en dotarse de una interprofesional de la patata. Por esta razón y por ser la primera productora de patata en España, la consejera anunció que va a trasladar al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente la necesidad de «promover una interprofesional nacional», ya que se generaría la «situación óptima» para el sector. Pero «mientras tanto, no podemos quedarnos de brazos cruzados», advirtió Clemente.

También intervino Florence Rossillon, presidenta de la Association Nationale Pommes Poires, de Francia, quien explicó que la interprofesional francesa de la patata cuenta con 8.000 cotizantes entre los que recaudan 5,5 millones de euros (cerca de 500.000 euros procedentes de subvenciones nacionales y europeas). En el caso de que el sector de la patata de Castilla y León adoptase el modelo francés, Clemente calculó que los agentes implicados en la comunidad autónoma podrían manejar alrededor de un millón de euros.

Diálogo

La presidenta de la Association Nationale Pommes Poires destacó que la principal función del modelo de la interprofesional en sus país es «encontrar un lugar de diálogo» entre todos los actores. Para ello, se rige por los principios de representatividad, paridad y unanimidad para crear acuerdos. Entres sus misiones, según subrayó, se encuentran la colocación de patatas de máxima calidad tanto en Francia como en el exterior, el impulso del consumo mediante acciones de promoción colectiva, la apuesta por la innovación para crear nuevos productos, el análisis y comprensión del funcionamiento del mercado y la firma de acuerdos interprofesionales.

«Cada una de las patatas tiene un destino culinario, así conseguimos que el consumidor salga con dos bolsas en lugar de una», señaló en relación al producto en fresco.

Por su parte, Patrick Trillon aseguró que es prioritario «encontrar productores dispuestos a comprometerse», que haya «contratos reales» entre los diferentes actores y conseguir que «la patata no se banal ice y suscite interés en el consumidor». Por ejemplo, Francia lanza campañas a los jóvenes. Dejó claro que el sector tiene que ser muy profesional y para referirse a las relaciones de fuerza que mantienen los productores con la gran distribución, reconoció que «es un combate diario, pero la única vía de progreso».

Durante su ponencia técnica Patrick Trillon recordó que Francia es el segundo productor y exportador de patata europeo, detrás de Alemania. También reconoció que el mercado español es muy importante para Francia. «¿Qué hace la interprofesional francesa cuando entran patatas de otros países?», preguntó alguno de los agricultores presentes. Al llegar el turno de preguntas, sobrevoló el salón el conflicto que surge en ocasiones en la frontera cuando los productores franceses vuelcan los camiones con hortalizas y frutas españoles. Rosillon acabó admitiendo que aunque sea un mercado libre, Francia es autosuficiente por lo que es difícil encontrar patatas que no sean francesas.

«Estar callados»

El director general de Industrias Agrarias y Modernización de Explotaciones, Jorge Morro Villacián, que actúo de moderador durante la ponencia técnica de los colegas franceses y en las dos mesas de debate sobre la patata, preguntó a Trillon «por qué es importante que los integrantes de las interprofesional estén callados». Este respondió que «para que no haya interpretaciones y que la responsabilidad sea colectiva». Para ello, cada uno de los actores «tienen que hablar con una sola voz».

Bajo el título Patata Industria, en la primera mesa redonda participaron Félix Eguía, de Ibersnacks, Ángel Alonso, de Pepsico, y Javier Boceta, como portavoz de la Asociación de Productores y Exportadores de Pataa Temprana de Andalucía (Asociafruit). Félix Eguía destacó que ante «la pérdida de ilusión del cultivador y el riesgo de abandono del cultivo de la patata», desde la campaña 2009-2010, Ibersnacks ha intentado «distribuir el valor en toda la cadena agroalimentaria», además de «dar estabilidad al agricultor, buscar financiación propia y que el éxito sea para todos». Ángel Alonso aseguró que el camino de Pepsico ha sido la profesionalización y la modernización del sector, antes de augurar que el futuro está en la sostenibilidad medioambiental y económica. Javier Boceta, de Asociafruit, afirmó que «la patata frita es la punta de lanza del sector agroalimentario» y que «la contratación es una herramienta imprescindible». Para Boceta son importantes los programas de reducción de la huella del carbono, sobre todo en los abonos.

En la mesa redonda la Patata fresca intervinieron Donaciano Dujo (Asaja), Alberto Duque (Alianza por la Unidad del Campo), Jesús Manuel González (UCCL), José Ramón Aguado (presidente de la Asociación de Operadores de Patata en Origen de Castilla y León, Asopocyl), y Roberto Ruiz (de Udapa-Álava). Jorge Morro les lanzó la pregunta clave: «¿Qué oportunidades nos brinda la interprofesional y seremos capaces de ponernos en marcha?». Las ideas surgieron a borbotones: la principal amenaza para el sector de la patata «somos nosotros mismos», para que funcione la interprofesional «tenemos que sentarnos a la misma mesa todos los actores», hay que «buscar y complacer al consumido, mejorar la calidad y, solo después, aumentar la producción». En pro de esa mejora de la calidad es por lo que la Junta y Asopocyl preparan la Marca de Garantía Patata de Castilla y León.