Pastel de zanahoria

Sin embargo, aunque se popularizó al otro lado del Atlántico el origen de esta receta es incierto, se apunta a la Suiza Alemana aunque sea uno de los postres emblemáticos de la cultura anglosajona. Pero en cualquier caso, es una estupenda propuesta para disfrutar independientemente del país en el que vivas.

Es una receta que tiene muchas variaciones en su elaboración, al gusto de cada uno, pero que comparten los mismos ingredientes para su elaboración. La cobertura o frosting también varía.

Para hacer este pastel de zanahoria se limpian y rallan las zanahorias. Puedes hacerlo picando las zanahorias, cortándolas en trocitos muy pequeños o rallándolas. Por otro lado, también se rallan unas nueces o se machacan bien con un mortero.

Una vez que están estos ingredientes, en un bol se baten los huevos con el azúcar y a continuación se añade el aceite. Por otro lado, se mezcla bien la harina con la levadura y un poco de canela y se añade a la mezcla líquida. Se va removiendo con cuidado y después, es tan simple como seguir añadiendo el resto de ingredientes. Las zanahorias ralladas y las nueces picadas. Las cantidades pueden variar en función del gusto de cada uno que puede optar por añadir menos nueces para mantener el sabor de la zanahoria.

En un molde, ligeramente engrasado con mantequilla, se vierte la mezcla y se hornea durante media hora a 180º. El horno tiene que estar previamente encendido para que coja temperatura.

Para comprobar que está hecho se pincha con la punta de un cuchillo y si está limpio es que se puede sacar. Mientras se enfría el pastel, se prepara la cobertura con queso mascarpone y azúcar. Se mezcla bien y cuando el pastel esté frio se cubre bien. Luego se ralla un poco de nueces por encima y se puede decorar con zanahoria también. Se deja enfriar en la nevera y listo.