Pastel de calabacín contra la llegada del frío

De momento, y sin ánimo de adelantar acontecimientos, proponemos un pastel de calabacín, para el que, además del ingrediente principal, vamos a necesitar cebolla morada, queso rallado, pan rallado, aceite de oliva, ajo en polvo, sal y pimienta. De manera opcional, se puede utilizar queso para derretir, pero en esta ocasión hemos decidido contar calorías y no lo hemos añadido.

En primer lugar partimos los calabacines en rodajas no demasiado finas y las colocamos en una bandeja de horno sin olvidarse de colocar el papel adecuado e ir precalentando a 180 grados.

Una vez repartidas las rodajas por la bandeja, añadimos la cebolla picada en trozos bien pequeños y salpimentamos con un chorro de aceite, pimienta molida, ajo en polvo y sal. Conviene mezclarlo todo bien.

Mientras el calabacín y la cebolla se van haciendo en el horno durante unos 15 minutos, ponemos en un recipiente tres huevos y cuatro cucharadas de queso rallado que procedemos a mezclar.

Con la verdura ya lista, la unimos a esa mezcla de huevo y queso y, además, agregamos una cucharada de pan rallado. Con todo mezclado, en una fuente apropiada para horno, colocamos toda la mezcla y la gratinamos a 200 grados.

Otra opción hubiera sido poner la mitad de la mezcla para, a continuación, extender el queso para fundir y cubrir con el resto de la mezcla.

Pasados unos 20 minutos, el pastel estará listo para degustar. Eso sí, antes déjalo enfriar.