El vehículo, factor de riesgo con el paso de los años
Los peligros de aumentar la antigüedad media de los coches, en la Cátedra Cesvimap de la UCAV
Pablo Garcinuño
Martes, 8 de abril 2014, 21:40
El resultado de un accidente de tráfico en una carretera convencional puede ser muy distinto según el vehículo que se conduzca. Bajo la premisa de que el peligro aumenta con la antigüedad del coche, las posibilidades de fallecer se duplican cuando el turismo tiene entre 7 y 10 años, y se triplican cuando está en la horquilla entre los 10 y los 14 años. Así lo ha señalado este martes, en Ávila, la subdirectora de Normativa de Vehículos Dirección General de Tráfico, Susana Gómez Garrido, quien reconocía que la institución que representa a modificado su mensaje al incluir el vehículo como uno de los factores de riesgo.Tradicionalmente la DGT se ha centrado en el conductor; siempre hemos oído que el 90 por ciento de los accidentes de tráfico son debidos al factor humano, ha asegurado en el marco del ciclo de conferencias de la Cátedra Cesvimap de la Universidad Católica de Ávila (UCAV). Gómez Garrido considera necesario, por tanto, que las administraciones se impliquen en la renovación del parque. La edad media de los vehículos a nivel nacional es de 9,5 años, un dato preocupante para la representante de la DGT, ya que desde el año 2007, como consecuencia de la crisis, disminuyeron el número de matriculaciones. La mitad del parque circulante en España tiene entre 9 y 10 años y la tendencia, si no se adoptan medidas correctivas, puede incidir en la seguridad vial.Desde la DGT apoyan todas las medidas de subvención a la compra de coches más seguros, y se proponen trabajar en la línea de informar muy bien al conductor de las características técnicas del vehículo con el que circula. El consumidor, cada vez más, atiende a los elementos de seguridad, pero desde la administración debemos dar un paso extra e informarle explícitamente, añadió.Misión CeroPor su parte, el director del Área de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre, Julio Laria del Vas, ha profundizado en lo que define como Misión Cero: Tratar, por todos los medios, de que haya cero víctimas mortales y cero heridos graves y leves. Para ello, hay que trabajar en todos los frentes y uno de los más importante es el factor vehículo. En su opinión, tenemos tecnología disponible para evitar accidentes. El siguiente pase es lanza un doble mensaje. Por un lado, sensibilizar a los consumidores de que, más allá de si un coche llega tal o cual equipo de música, lo importante es preguntar en los concesionarios qué sistemas de seguridad activa y pasiva llevan.Por otra parte, un segundo mensaje debería dirigirse a los fabricantes de vehículos para pedirles que faciliten a los consumidores la información adecuada. Actualmente existen más de 400 siglas que definen los sistemas de seguridad activa y pasiva ha continuado el director del Área de Seguridad Vial de la Fundación Mapfre-. Es absolutamente imposible que una persona sepa qué es lo que está comprando.Proceso lentoPoco a poco se van incorporando elementos de seguridad de serie, pero Julio Laria considera que este proceso es lento, así que pide un esfuerzo a todos para que esa incorporación sea masiva. Puso como ejemplo el Isofix, el sistema de sujeción para sillas de seguridad para niños. Se trata de un mecanismo muy sencillo, muy barato y muy accesible y, sin embargo, todavía hay un 20 por cientos de vehículos en el segmento A que no lo tienen.Cree que el control sobre el cambio involuntario del carril que se activa ante posibles distracciones- o los espejos retrovisores inteligentes que avisan al conductor de que un vehículo le está adelantando son dos de los sistemas que más se extenderán en un futuro próximo y que podrán evitar muchos accidentes. Además de la tecnología, hay que actuar también en la mejora de la formación de los conductores. En este sentido, uno de los retos es cómo podemos hacer que los jóvenes se incorporen a la movilidad con más horas de conducción y más experiencia.Drama humano y económicoLa XII Jornada de este ciclo de conferencias, celebrada bajo el título Diversos enfoques de la seguridad vial, fue inaugurada por Pedro Mas, decano de la Facultad de Ciencias y Artes de la UCAV. Éste recordó que en 2012 murieron casi 1.500 personas en accidentes de tráfico, un tema que nos afecta a todos porque entre los fallecidos hay conductores, pasajeros y peatones. Además, al drama humano se une el aspecto económico, ya que, según un estudio de la Fundación Instituto Tecnológico para la Seguridad del Automóvil realizado en 2002, lo que cuesta una muerte en carretera oscila entre los 350.000 y los 850.000 euros. En total, la cuantía puede ascender en un año a 15.000 millones de euros, aproximadamente un 2 por ciento del PIB.Por su parte, Ignacio Juárez, gerente de Cesvimap, también subrayó que la antigüedad de los vehículos provoca que un elevado porcentaje de los coches que circulan por nuestras carreteras no tengan muchas de las mejoras que se han hecho en materia de seguridad vial. Además, se han recortado las inversiones en infraestructuras, así que ni se han creado carreteras nuevas ni se han mejorado las existentes. Recuerda que lo mismo ocurrió, en el sentido inverso, durante los años de bonanza, cuando se redujo la siniestralidad vial debido a la renovación del parque y a la mejora de las vías.
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