Marc Oullet, nuevo presidente de la empresa Norma de San Leonardo de Yagüe de Soria

El canadiense Marc Oullet es desde hoy nuevo presidente de la empresa Puertas Norma. La Junta General de Accionistas de Norma S.A. aprobó hoy en San Leonardo de Yagüe (Soria) el relevo en la presidencia de la industria líder en la fabricación de puertas. Jaime Ribas, presidente de la Cámara de Soria, deja paso a Oullet, quien viene coordinando la trayectoria de Norma en las últimas semanas.

Nacido en Canadá, Oullet lleva viviendo en Francia desde hace varios años, donde es presidente de Jeld Wen, compañía propietaria de la fábrica pinariega y que tiene en el país galo tres industrias.

En la reunión de Norma se nombró a José Luis Pineda nuevo director general de la Industria, y a Ricardo Gutiérrez como director Financiero y de Recursos Humanos.

El ya ex presidente, Ribas, seguirá representando a Norma en la Cámara de Comercio e Industria de Soria, en la que ostenta la presidencia, y en el Centro de Servicios Forestales y de su industria en Castilla y León (Cesefor), pero no estará en el Consejo de Administración de la empresa. El cambio es para el hasta ahora dirigente algo normal en una firma con 55 años de trayectoria.

Jaime Ribas Palau es economista y licenciado en Derecho. Director general de Puertas Norma desde 1990 hasta 2006, asumió la presidencia de la empresa hasta la jornada de hoy. Ha desempeñado distintos cargos en ámbitos Empresariales como presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Puertas, del Comité Técnico de Certificación 008 de AENOR, de la Federación Europea de Fabricantes de Puertas y Ventanas (FEMIB) y de la Federación Española de Industrias de la Madera (FEIM) y ahora es vicepresidente del Centro Tecnológico de la Madera de Soria.

En la Junta General, y según fuentes cercanas a la reunión, apenas se hizo referencia al Expediente de Regulación de Empleo (ERE) presentado por la empresa la semana pasada, y que afecta a 512 trabajadores.

Durante estos días, sigue abierto el periodo de consultas entre la empresa y los representantes de los trabajadores. Entre ambas partes se analizan las causas motivadoras del expediente y la posibilidad de evitar o reducir sus efectos.

Desde los sindicatos se ha mostrado la disconformidad con los plazos establecidos y se ha pedido que se extremen las medidas necesarias para atenuar las consecuencias del expediente para los trabajadores afectados y para posibilitar la continuidad y viabilidad del proyecto empresarial.