Dimite una edil del PP al ratificarse en el pleno la prohibición de jugar con balones en la plaza de Vezdemarbán

El voto de calidad del alcalde de Vezdemarbán, Longinos Domínguez (PP), permitió ayer, tras una hora de tenso pleno, mantener la prohibición de jugar con balones en la Plaza Mayor bajo sanción de 150 euros. La decisión provocó la dimisión de una concejala de su partido, Irene Martínez Alonso, que renunció al escaño municipal por no estar de acuerdo con que el alcalde haya adoptado esta medida «sin contar con el resto de los miembros del equipo de Gobierno».

Aunque la concejala presentó su dimisión por escrito al finalizar la sesión, se abstuvo durante la votación. La tensión fue creciendo a medida que se desarrollaba el pleno, marcado por el cruce de acusaciones entre el alcalde y los tres concejales de la oposición socialista. Longinos Domínguez defendió su decisión de emitir el bando por las quejas de un vecino ante los daños que los niños ocasionan en la fachada de un edificio de su propiedad cuando juegan con la pelota.

35 años sin quejas

Sin embargo, los ediles socialistas llamaron la atención sobre el hecho de que este vecino nunca se ha quejado durante los 35 años que ha regentado un bar en la Plaza Mayor, tiempo en el que los niños han jugado en la zona. «Pero de tres meses para aquí, cuando ha cerrado el negocio, le molesta que los niños jueguen y hace cuatro años que no se pinta la fachada».

También preguntaron al alcalde si hubiese emitido un bando similar si las quejas las hubiera formulado otro vecino y le reprocharon que hubiera adoptado esta decisión sin que se hubiera registrado por escrito la reclamación en el Ayuntamiento.

Por su parte, el alcalde acusó a la oposición de «provocar» a este vecino durante una concentración celebrada la pasada semana, en la que el denunciante recriminó su actitud a los padres de los niños con «un cuchillo en la mano», lo que obligó a la intervención de los agentes de la Guardia Civil. «¿Verías bien que ese señor saliera con un cuchillo a amenazar a tus nietos?», preguntaron los concejales socialistas al alcalde. «Si estaban provocando, sí», replicó Domínguez, lo que motivó la airada reacción de los vecinos que acudieron al pleno.

Cuando el alcalde les acusó de «politizar» la polémica, los miembros de la oposición le respondieron que «esto no es política, es dictadura. El Ayuntamiento lo formamos siete y no cuentas con nadie, ni siquiera con los de tu propio partido». A la pregunta de si algún niño de Vezdemarbán ha sido ya denunciado por jugar en la Plaza Mayor, Domínguez respondió que por el momento no.

Antes de votar, la concejala del Partido Popular dimisionaria pidió la palabra para argumentar su abstención. Sin pronunciarse sobre si la medida le parecía adecuada o no, indicó que «el alcalde ha tomado su decisión sin contar conmigo, y eso es lo que a mí me ha sentado mal».

La decisión de Martínez, que abandonó el salón de actos entre lágrimas, fue aplaudida por vecinos que asistieron al pleno y por otros que se congregaron en las puertas del Ayuntamiento de Vezdemarbán.