Con papá en boxes

E l mejor regalo posible para un padre es, probablemente, pasar tiempo con sus hijos. Y si puede ser emulando a algún héroe de cuento, mejor aún. Superman o Spiderman quedan un poco lejos, pero siempre es posible probar con alguno más cercano. Fernando Alonso, por ejemplo.

Un Día del Padre en un 'karting' es más que una aventura, además de una buena causa para romper la hucha. En su vertiente de competición no deja de ser un deporte de riesgo, pero ni es tan peligroso como pudiera parecer en un principio ni se trata de una práctica restringida a sexo masculino, otro extendido prejuicio. «Cada vez hay más niñas en los equipos de competición y cada vez hay más mujeres mecánicas», explica Javier Castellanos, miembro de la Escudería Milenio, de Valladolid, organizadora del Campeonato de Castilla y León de Karting, que comenzará el día 4 de abril.

Existe un buen número de circuitos repartidos por toda la comunidad, por lo que prácticamente cerca de cada provincia hay alguno en el que practicar. Conviene, eso sí, informarse antes de lanzarse a la aventura, ya que además de restricciones de horarios y días unos están más especializados que otros en determinadas actividades. El de Cabañas Raras, en León, ofrece una amplia gama de actividades de cara a grupos (incluida la posibilidad de montar una guerra de 'paintball'), el de Santa Olaja de la Ribera, (también en León) es 'indoor' y Kotarr, en Aranda de Duero (Burgos) es el más nuevo de Castilla y León y tiene fama de ser el mejor.

Cerca de Valladolid está el Circuito Karting Tordesillas, también de apertura reciente. Como los demás, admite niños a partir de 1,40 metros de estatura, lo que equivale a los siete u ocho años. Por supuesto, es obligatorio que vayan acompañados de un adulto. Próximamente esta instalación contará con vehículos biplaza, por lo que en un futuro cercano será posible que los padres puedan ir con niños menores de esa edad y complexión física. El día ideal para ir es un domingo, ya que los sábados el circuito lo suelen reservar grupos, y los festivos de lunes a viernes (como el día 19) es conveniente llamar para reservar. La entidad está poniendo en marcha un carné de socio que abarata los costes tanto para reservas individuales como para grupos, además de ofrecer regalos.

Lanzarse al asfalto

Y esa es, precisamente, otra cuestión: ¿qué hacer si la experiencia resulta tan seductora que se hace impensable no repetir? En ese caso se abre un amplio abanico de posibilidades que van desde acercarse a los circuitos regularmente, alquilar el kart y lanzarse al asfalto, hasta intentar formar parte de un equipo que puede enseñar al niño a progresar, ya que no existen escuelas como tal para este deporte. Para el padre, en este caso, las opciones sean más limitadas: demasiado tarde para competir.

Es necesario tener en cuenta, eso sí, que se trata de un deporte caro, pero no sería extraño que más de un infante apuntara maneras, si no de pequeño Superman, sí de futuro Alonso.