Medunjanin encuentra a Goitom
Un pase del holandés a prueba sirve al delantero sueco para afianzar la victoria del Real Valladolid en Medina ante el Tenerife
ARTURO POSADA
Viernes, 15 de agosto 2008, 03:41
El partido de ayer en Medina del Campo tuvo final feliz. Un recién llegado a prueba, el holandés Haris Medunjanin, encontró a Henok Goitom, el delantero que había fallado ocasiones inmejorables, en el minuto 90. Esta vez el sueco pegó a la pelota con el alma y, tras estrellarse en el larguero, cayó dentro de la red. El tanto tuvo algo de catártico para el ariete, que ayer se olvidó de la apatía de otros partidos y se mostró más combativo sobre el campo. Le hacía falta un gol porque es el punta del equipo y los delanteros viven de marcar. También resultó curioso que el asistente fuera un chicarrón como Medunjanin, que posiblemente no sepa cómo se llaman todavía todos los componentes de la plantilla blanquivioleta. El holandés de origen bosnio se entrenó por la mañana y jugó por la tarde. Salió desde el banquillo y a fe que no desentonó.
Así que entre un sueco de origen eritreo y un holandés nacido en Bosnia se fraguó el último minuto de un partido que tuvo un final multicultural. El Tenerife fue el convidado de piedra y, salvo algunas acciones aisladísimas en la primera mitad, mostró un fútbol pobre y desgalichado y no llegó nunca a inquietar a Sergio Asenjo. El portero ha tenido, sin duda, momentos de más trabajo.
El viento condicionó el encuentro desde el primer segundo. El estadio medinense, construido en las alturas, es un pasillo por donde el aire sopla a sus anchas. Ayer la tarde estaba ventosa y en muchos momentos la pelota pareció un bumerán.
El Tenerife dejó claro desde el inicio que no pensaba dar facilidades al Real Valladolid. El equipo chicharrero se dedicó a pegar patadas durante el primer cuarto de hora, con Marcos Aguirre como diana preferida. El extremo se llevó golpes de todos los colores.
Goitom. más enchufado que en partidos precedentes, dio algunas muestras de calidad, especialmente en los controles del balón. Un detalle, con un pase para Kike despertó la exclamación de la grada.
El viento frustró pases y centros y el partido se hizo infumable por momentos. O tal vez habría que inventar 'inpumable' tratándose de la denominada II Copa Puma, el patrocinador deportivo de ambas escuadras.
En medio del fútbol aburrido (si es que aquello era fútbol) apareció Jonathan Sesma, que quería hincar el diente al choque. Había probado con envíos a Goitom, pero el gol no había llegado. Así que afiló el colmillo, se incrustó entre los centrales y se ató la capa de los delanteros ratoniles. Un centro de Prieto, envenenado por el pesado Eolo, le cayó al extremo, que marcó de cabeza antes del descanso.
El segundo tiempo sirvió para ver cómo Marcos Aguirre posee dos cohetes en las piernas. El argentino está rapidísimo y realizó diabluras junto a su compatriota Escudero, que jugó los últimos 30 minutos, y se aplicó también en tareas defensivas.
La salida al campo de Haris Medunjanin otorgó otro aliciente al partido. Escrutado por todos los presentes, el holandés posee una imponente presencia física y parece correr con zancadas cortas. Tras los primeros minutos de asentamiento en el campo, Medunjanin ofreció algunos detalles interesantes que tal vez sirvan para convencer a Mendilibar de que puede ser un jugador aprovechable. De momento, el técnico no ha conseguido comunicarse con él por la barrera idiomática, pero lo considera un «futbolista inteligente». Y luego llegó el pase del gol a Goitom, algo que supone una doble buena noticia para el universo blanquivioleta.
El Real Valladolid sigue sin encajar tantos, otro punto a favor, aunque con un asterisco: la ausencia de goles no significa que no existan desajustes. Pero la impresión global es muy positiva.
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