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SEGOVIA

El alcalde afirma que el cambio de nombre de las calles franquistas se hará con criterios «prácticos»

Segovia mantiene las denominaciones derivadas de la dictadura en una veintena de vías y cuatro plazas Arahuetes no descarta consultar a los afectados

CARLOS ÁLVARO

Lunes, 15 de octubre 2007, 11:30

Segovia es de las provincias castellanas que menos nombres fascistas mantiene en su callejero, pero los hay, y algunos, como es el caso de la avenida Fernández Ladreda, son muy llamativos. Si no se queda alguna en el tintero, en la ciudad hay una veintena de calles cuyos nombres están relacionados directa o indirectamente con la Falange, la guerra civil española o la dictadura del general Franco (1936-1975).

La mayoría se concentra en las áreas periféricas que emergieron en los años cincuenta como barriadas obreras, como es el caso de San José o El Carmen. En San José, el callejero está repleto de nombres con reminiscencias falangistas y franquistas, e incluso en alguna pared puede verse el yugo y las flechas, como ocurre en la placa de la calle Capitán Perteguer. La plaza de Ramiro Ledesma, el fundador de las Juntas Ofensivas Nacional-Sindicalistas (JONS), es una de las principales.

En El Carmen o La Albuera ocurre algo parecido, empezando por las calles Pascual Marín (gobernador civil de Segovia y jefe provincial del Movimiento), Ángel del Alcázar (en recuerdo de la victoria de Franco en el Alcázar de Toledo) o la plaza de la Sección Femenina.

En el centro, llaman la atención, además de la avenida de Fernández Ladreda -nombre del ministro de Obras Públicas que reemplazó en los años cincuenta a los populares Perocota, plaza del Carmen y San Clemente-, la calles Gobernador Fernández Jiménez, Alférez Provisional y Sargento Provisional, además de la plaza del Alto de los Leones de Castilla. La placa de José Antonio fue sustituida en los años noventa por la de Constitución, pero todavía persiste la calle del General Varela, el artífice de la derrota republicana en las proximidades de Segovia en mayo de 1937.

Luego hay multitud de calles con nombres de militares relacionados con la etapa de Franco y otros de figuras muy ligadas al régimen, al menos en sus orígenes, como es el caso de Dionisio Ridruejo o Andrés Reguera Antón, alcalde de Segovia durante la guerra civil y falangista militante.

Sin traumas

A nadie escapa que cambiarle el nombre a la avenida de Fernández Ladreda -vía comercial donde se asientan las oficinas centrales de la mayoría de bancos y cajas de ahorro- podría resultar más traumático que sustituir el cartel en una calle de pocos vecinos. Por eso, el alcalde de Segovia, Pedro Arahuetes (PSOE), es partidario de actuar bajo criterios prácticos y siempre en contacto con los propios interesados, tal y como se ha hecho en el caso de la calle Frente de Juventudes, la única que ha cambiado de nombre desde que gobiernan los socialistas en el Ayuntamiento. El Consistorio consultó a los vecinos de la vía, y más de la mitad se pronunciaron a favor del cambio. Esta calle ha pasado a llamarse Los Silverios, en homenaje a los populares dulzaineros.

Arahuetes prefiere, no obstante, esperar a ver en qué términos se concreta la Ley de la Memoria Histórica, es decir, si la retirada de símbolos y nombres relacionados con el franquismo en calles y plazas es obligatoria o queda a merced de la elección de las instituciones y particulares, aunque la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, matizó el pasado jueves que la norma será voluntaria. «En este caso, habría que analizar calle por calle, ver cuáles pueden ser cambiadas y cuáles no; pero siempre con independencia de criterios ideológicos. Yo soy más práctico que político». Si, por el contrario, hay que cambiar el callejero porque así lo obligue la ley, el Ayuntamiento de Segovia cumplirá la norma «como siempre ha hecho», subraya el alcalde.

Lo que se ha hecho

No se puede decir que Segovia, durante la etapa democrática que se inició en 1978, no haya movido ficha en cuanto a la retirada de nomenclatura relacionada con una etapa superada. La Plaza Mayor, antes llamada plaza de Franco, fue la primera en recuperar su nombre original. Lo hizo antes de que terminara la legislatura del primer Ayuntamiento democrático. La siguiente fue la avenida de José Antonio, muchos años después. También la calle Onésimo Redondo, paralela a la anterior, cambió en los noventa su nombre por el de teniente general Gutiérrez Mellado. La cercana Calvo Sotelo acabó transformándose asimismo en la calle de Agapito Marazuela, personaje más popular y querido por el pueblo segoviano. La vía de los Caídos de la División Azul (ahora Tomasa de la Iglesia) dejó de llamarse así en el año 2002, aunque todavía hay placas que la recuerdan, y Frente de Juventudes pasará a llamarse en breve Los Silverios porque ya está aprobado por el Ayuntamiento.

Aunque muy lentamente, algún paso que otro se ha dado. Los siguientes podrían llegar no tardando mucho.

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