Savia nueva de voluntarios para San Vicente de Paúl

Hay una brecha generacional entre el presidente y el secretario de la Sociedad San Vicente de Paúl (75 años)y los chavales que escuchan atentos sus explicaciones en el colegio Santa María la Real de Huelgas. Hasta allí se han acercado Gregorio y Antonio García (comparten apellido)para explicar la importancia del voluntariado, de compartir con aquellos que menos tienen y de dedicar algo de tiempo para echar una mano a los demás. «Es importante transmitir estos valores a los niños», explica Gregorio García, consciente de que ahí está la cantera solidaria de las ONG.

La suya acaba de lanzar un llamamiento para conseguir más voluntarios jóvenes, personas que puedan colaborar de forma desinteresada en algunos de los programas que gestiona San Vicente de Paúl, una institución sin vinculación religiosa con presencia en la provincia desde 1853. «Necesitamos un cambio generacional entre los voluntarios», reconoce el presidente de la entidad. Y cuando hablan de rejuvenecer el perfil de los colaboradores no se refieren solo a adolescentes o jóvenes.

«Nos basta con personas de 50, de 60 años que tengan tiempo libre y ganas de ayudar», aseguran. San Vicente de Paúl ofrece servicios de acogida, con ropero o un almacén de alimentos que distribuyó el año pasado 115.678 kilos de víveres (el 4%más que el anterior), lo que la convierte en una de las ramificaciones más activas de cuantas reparten la comida gestionada a través del Banco de Alimentos.

Esta entidad ha reconocido precisamente esta labor de San Vicente de Paúl con el premio Plato Solidario, que se entregará el próximo 3 de noviembre durante una cena benéfica que tendrá lugar en el hotel AC Palacio de Santa Ana. Pero esta línea de ayudas de primera acogida e integración social es solo una parte de las acciones desempeñadas por los voluntarios de San Vicente de Paúl, que también dispone de un servicio de orientación laboral, clases de español para extranjeros y talleres prelaborales de costura y cocina, además de atención a menores (con apoyo extraescolar, iniciación a la informática, talleres de ocio y tiempo libre y campamentos de verano). «Necesitamos voluntarios y también aportaciones económicas que nos permitan continuar con nuestro trabajo», concluyen desde la entidad solidaria.