Alejandro Hernández
La jubilación anticipada en la construcción: «Deberían dejar elegir y que no tengas que estar con 67 años en el andamio»
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La jubilación anticipada en la construcción: «Deberían dejar elegir y que no tengas que estar con 67 años en el andamio»Laura Negro
Sábado, 31 de mayo 2025, 19:38
Luciano, Emilio y Alejandro Hernández son tres hermanos de Torrelobatón, que llevan toda la vida subidos a un andamio. Dirigen su propia empresa familiar, Rocaraz, ... S.L. y los tres ven con buenos ojos la anticipación de la edad de jubilación para su sector, aunque dos de ellos han optado por retrasarla. «Yo tengo 67 y ya me tendría que haber jubilado», dice Emilio. «Empecé a trabajar a los 14 años y llevo cotizando aproximadamente desde los 17». No es el único. Luciano, el mayor, está cerca de cumplir los 71 y también empezó a trabajar con apenas 14. Alejandro, el más joven, cumple 65 este octubre y al contrario que sus hermanos, tiene la intención de jubilarse. «En cuanto cumpla los años, lo dejo. Lo tengo claro», asegura.
Comentan que su trabajo entraña riesgos y tiene mucho desgaste. «No es lo mismo trabajar en una oficina que estar a pie de obra soportando el viento y la lluvia en invierno o el sol de pleno mes de julio. La construcción es un oficio muy duro y a estas edades, aunque uno se cuide, el cuerpo ya no responde igual», explica Alejandro. Para Emilio, la diferencia entre un autónomo y un obrero también cuenta. «Nosotros ahora ya elegimos el tipo de obras que hacemos, pero hay muchos que no pueden. En cambio, un obrero tiene que estar llueva o truene. No tiene margen», dice. «Los 60 años sería una buena edad para retirarse, pero cada persona es un mundo, claro. Con 60 todavía estás relativamente bien. Ya no es lo mismo que con 40 ó 50, pero no estás quemado del todo», opina Luciano.
Lo que más valoran de su trabajo es la libertad de ser sus propios jefes. «Nosotros siempre hemos trabajado para nosotros mismos. Si llueve, te vas a casa; si hace bueno, trabajas hasta las diez de la noche. Esa libertad no la tiene un obrero», afirma Emilio. Alejandro y Luciano coinciden. «También es un trabajo creativo. Cada obra es distinta, conoces a gente diferente. Es variado, eso lo hace más llevadero».
Aunque la idea de retirarse ronda sus cabezas, los dos mayores no lo tienen tan claro como su hermano pequeño. «Estamos en tiempo de descuento. Vamos tirando, sin que nadie nos obligue porque el trabajo nos gusta. Es nuestro hobby también. Igual mañana decimos que lo dejamos, pero también puede ser que sigamos un poco más, mientras el cuerpo aguante», dice Emilio, mientras que Luciano apunta que «quizá ya no estamos al 100%, pero hacemos obras más ligeras, más llevaderas. Si no es al 100, será al 70%».
Los tres coinciden en que la ley debería permitir decidir libremente. «Con 60 años ya sería una buena edad para jubilarse en la construcción. Quien quiera seguir, que lo haga. Pero que no nos obliguen a subirnos al andamio con 67», concluye Alejandro.
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